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domingo, 14 de abril de 2013

Día a Día

Casa cerca de Enchanted River, Hinatuan

En los largos viajes en bus que me toca hacer para atravesar la isla de Mindanao me da tiempo a pensar en qué ha pasado con mi Coser. Hay gente que tiene grandes sueños, como construirse una casa, que llevan mucho tiempo y que yo nunca he tenido. Mis sueños son más de sensaciones, de ver sitios, de pequeñas cosas. Mirando atrás me doy cuenta de que estos sueños eran espejismos, efímeros, y que quizás sea el disfrute del día a día el que haya que buscar, de las pequeñas cosas. Navegando por la red encontré esta cita de José Luis Sampedro, que me gustó porque puede que tenga que ver con lo que busco y con la nueva forma de buscarlo, tanto me da que se llame felicidad o de otra manera. Pero me gusta lo de “llevarse bien con uno mismo”.
“No me interesa la felicidad y no creo que dependa de mayor o menor inteligencia. Pero desde luego no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad”.
La comida en Filipinas puede llegar a ser muy barata si uno come en Carenderías, donde por una ración de arroz y un poquito de carne y verduras te cobran medio euro. Aunque la verdad, harto, lo que se dice harto no te quedas. El “Pancit Cantón Guisado” es mi plato favorito y es básicamente pasta revuelta con trozos de verdura, carne, y algunas veces frutos de mar. Un plato pequeño también te puede costar medio euro y ya si vas a un sitio más sofisticado y el plato es para 2-3 personas vale 3-4 euros, que más de una vez me lo he comido yo sólo. Hay que tener cuidado en pedir exactamente Pancit Cantón Guisado ya que si pides otro tipo de Pancit, de los que hay varios, cambia todo, el tipo de pasta que los hay de un fideo chino desabrido, y cambian los ingredientes, así que yo me he aprendido este para ir sobre seguro.
Una cosa que ya me tiene aburrido es comer siempre de restaurante ya que desayuno en un restaurante (aquí no hay bares), almuerzo en un restaurante o en una carendería y ceno en otro restaurante. Tengo cierta variedad de sitios donde voy pero al final me acabo hartando a arroz, a pollo y a Pancit.

El fin de semana me fui a pasarlo a Mati, un lugar de la costa de Davao Oriental y tuve la suerte de ir con una amiga. Digo suerte por varias razones, una porque si vas sólo todos/as te preguntarán que por qué vas solo ya que aquí nadie va solo a ninguna parte. Incluso en el bus, de unos 60 asientos, cuando sólo vamos 20 pasajeros, todos se apelotonan en los asientos de delante y no les importa ir apretados sentados juntos aunque haya asientos vacíos. Cuando alguien se baja, entonces alguien de atrás va rápido a ocupar ese asiento vacío para seguir haciendo piña. Todavía no he podido conocer la razón de esta necesidad de contacto humano. Otra razón es porque yendo con alguien local uno acaba ahorrando dinero. Cuando te sales de las rutas de los buses tienes que tomar otro tipo de vehículos que no tienen tarifas fijas (para los filipinos si) o bien tú no las entiendes y que dependen del tipo de vehículo, de la distancia y del número de pasajeros que puedan ir. Uno de estos vehículo es el triciclo, en el que yo he visto montados a más de 15 pasajeros, aunque lo normal suele ser que vayan 2 delante, 4 atrás y uno o dos (depende de los culos) en el asiento de detrás de la moto. Si la carretera no está asfaltada y el camino es largo este no es un buen medio de transporte. Otro es el skylab, que es una moto de unos 200 cc adaptada con unos alerones laterales de madera donde puede llevar carga y pasajeros.
Skylab

El motorista por necesidad tiene que ser bueno ya que el equilibrio en esas condiciones no es fácil y menos en carreteras no asfaltadas con baches y barro. El motorista reparte a la gente y la carga equilibrándola entre los dos laterales y no sé qué opinan los diseñadores de motos japoneses sobre este uso de su diseño original ya que con carga y todo llegan a llevar hasta 500 kg. Este medio nunca lo he probado ya que además de considerarlo peligroso soy incapaz de ir tanto rato en cuclillas como ellos. Luego está el habal-habal (que traducido significa “follar como cerdos”) dado que va el chofer, detrás 4  a 5 personas gracias a una extensión que le ponen al asiento y como guinda, de forma transversal a la moto va siempre una chica sentada encima del tanque de la gasolina. El equilibrio aquí también es importante y creo que está en las “manos” (es un forma de decir) de la chica. Si uno se fija ve que la chica va encajada perfectamente encima del tapón de la gasolina, y sin querer hacer un chiste fácil, pero sin poder evitarlo, parece establecer el centro de gravedad del vehículo. Viendo el estado en general de las motos y de los tapones en particular no sé si hay algún estudio sobre los efectos por efluvios de la gasolina en bebés de la zona rural. Además, aunque las motos ya hacen tiempo que perdieron sus amortiguadores, todavía queda algún resorte que se mueve un poco en los baches, pero que yo sepa en el tanque de la gasolina nunca ha habido resorte ni amortiguador con lo que no se cual es el efecto adicional de ello sobre el desto de la chica.
Aunque la moto no va full, la chica transversal va

Cuando uno es extranjero, automáticamente eres el cliente del mes y todos te ofrecen sus servicios ya que saben que no vas a viajar en esas condiciones y te ofertan el servicio pero por el precio como si fueran full. Como todos están más o menos de acuerdo entre ellos en el precio, al final, al no haber más posibilidades, tienes que aceptar. Cuando vas con alguien local, lo primero que haces es esconderte o te vas a comprar algo a un sitio convenido. Tu acompañante va y negocia a lo local y una vez acordado un precio razonable te pasa a buscar.
En Mati tomamos un habal-habal, con un buen chofer, pero sólo para nosotros dos. Yo iba detrás de él y mi amiga  Joan (aunque se llame igual que mi sobrino es una chica, que en Filipinas cada quien se pone el nombre que le parece) detrás de mí. 
Joan, de paquete

Como yo no tenía donde sujetarme y el asiento era de sky, cada vez que frenaba o íbamos en bajada yo le hacía honor al nombre de la moto y apretaba al chofer como nunca pensé que llegaría a hacerlo. Aunque luego intentaba recomponerme el camino volvía y volvía a ponerme en el mismo lugar hasta que al final abandonas y dejas hacer. Los filipinos tienen la teoría de que en su país hay muchos ladyboys por la cantidad de pollo que la población come y que están alimentados con hormonas pero yo me pregunto que si no será por usar este medio de transporte. Otra ventaja es que por fin te enteras de lo que dicen en visaya, la lengua que utilizan normalmente entre ellos,  en vez del oficial tagalo.
He aprendido viajando que lo que les gusta a los locales no necesariamente te tiene que gustar a a tí. Así fue con Mati, que en semana santa se convierte en un sitio ruidoso, con unos “cottages” encima del agua, donde las familias hacen sus barbacoas, los hombres vomitan su borrachera en el agua donde sus hijos se están bañando, los adolescentes ponen la música a todo volumen intentando superponerla a la del cottage vecino y todos felices. Pero para saber, normalmente hay que ver y tengo que reconocer que el sitio es bonito aunque está esquilmado en cuanto a la pesca y aunque ahora intentan proteger ciertas áreas cuesta recuperar lo perdido.  
Mati

Y sobre esto también tengo que decir que cuando has visto sitios impresionantes, cuesta asombrarse ante cosas normales, otra cosa para anotar en el día a día del Coser.