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viernes, 29 de enero de 2021

Serie sin mascarilla: Africa no es un país

 


África no es un país, esa frase que tanto me gusta y que he utilizado muchas veces. África es un conglomerado de 55 países con tanta diversidad en su fauna y flora, en sus gentes, en sus lenguas y en sus costumbres que nos es imposible entenderla y quizás por eso nos da miedo. Es un continente al que se ha sometido a toda clase de atropellos y expolios, en el que el hombre blanco se hizo hasta el fin de la época colonial con las mejores tierras, ha esquilmado sus animales, ha esclavizado a su población y ha extraído sus minerales y al que ahora se le quisiera poner muros para que no vengan a buscar aquí lo que se les ha negado allá.

Desde pequeño soñaba con África, aunque veía en la televisión los vientres abultados de los niños de Biafra a punto de morir. Me quedaba ensimismado leyendo y hojeando una y otra vez un libro de un famoso zoólogo alemán, Bernhard Grzimek, con fotografías de los majestuosos animales salvajes en el cráter del Ngorongoro, en Tanzania. Hubiera querido ser uno de esos aventureros que se adentraban a finales del siglo XIX todavía en territorios desconocidos donde no se sabia lo que le esperaba.

Al fondo el Kilimanjaro con algo de nieve, camino de Arusha y del mítico Ngorongoro y Serengeti

Desde pequeño recuerdo mirar los mapas, aprendiéndome las ciudades de nombres exóticos e imaginando como serían. Y aunque sin esas grandes aventuras, si he ido visitando a lo largo de los años algunos de estos países, Marruecos, Argelia, Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Cabo Verde, Tanzania, Malawi, Mozambique, Togo, Sao Tome y Príncipe, Benín. Y si, es verdad, África no es un país y como dice un antiguo proverbio romano Semper aliquid novi ex Africa (“Siempre aprendemos algo nuevo sobre África”).

Viaje en dhow cerca de illha de Mozambique

Si las barbaridades que se cometieron en América Latina en la época de la conquista me parecen atroces, aunque quizás quedan algo amortiguadas por los años pasados, lo que ocurrió en África, en muchos casos hace menos de 100 años, lo hace todavía ms horrible. La esclavitud se abolió en las colonias inglesas en 1838, en las francesas en 1848, en Estados Unidos en 1865, en Puerto Rico en 1873 y en Cuba en 1886. Pero de forma encubierta siguió existiendo bajo la dominación colonial.

Atravesé Tanzania en tren para ir hacia Malawi, donde me embarque durante 3 días en el barco Illala para cruzar el lago, una experiencia que posiblemente vuelva a repetir, no importa el lugar, no importa el tren, no importa el barco.

La primera vez que fui a África fue al norte, a Marruecos y Argelia. No fue hasta 1996 que fui a Costa de Marfil, a trabajar haciendo una consultoría por 2 meses que me permitió recorrer prácticamente todo el país. En ese momento muchos países de África estaban asolados por otra pandemia, el Sida, y en el proyecto donde trabaje contrataban para determinados puestos claves hasta a 3 personas, porque contaban con que al menos uno de ellos iba a morir de esa enfermedad. En 1905, la administración colonial francesa declaró el fin de la esclavitud en Mauritania, pero la inmensidad de este país evito que la ley se aplicara. ​ En 1981, Mauritania se convirtió en el último país del mundo en abolir la esclavitud, ​ cuando un decreto presidencial abolió la práctica. Sin embargo, no se aprobaron leyes penales para hacer cumplir la prohibición.  En 2007, "bajo presión internacional", el gobierno aprobó una ley que permitía enjuiciar a los propietarios de esclavos.

Niño esclavo, en Mauritania, en 1995

No se sabe la cantidad de gente que murió, primero en la trata de esclavos y luego en la colonización de estos países. Los alemanes, los ingleses, los franceses junto a belgas y portugueses diezmaron a sus poblaciones para pacificarlos ya que se oponían “a que les quitaran las tierras”.

En Zanzíbar ya desde finales del siglo XVIII los franceses y los portugueses acudían a esta isla para proveerse de esclavos para sus territorios americanos. Se calcula que entre los siglos XV y XVI, unos quince millones de esclavos salieron embarcados hacia otros continentes. Aunque no se sabe los que murieron en el camino y los que murieron en los asaltos de los negreros a las aldeas.


Mujeres pescando en Zanzibar 

Los negreros, una vez establecían en tierra firme la zona que iban a atacar entraban a saco y fuego, matando a todos los viejos y guerreros, así como a los niños menores de 5 años. Los restantes, encadenados formaban parte de la caravana que iba a Zanzíbar para ser vendidos. Los enfermos o heridos eran ejecutados inmediatamente si no podían caminar. El poblado era incendiado. Además, se aprovechaba el viaje para cargar a los esclavos con cuernos de rinoceronte o colmillos de elefante. Todas las mujeres y los jóvenes eran sistemáticamente violados durante los meses que duraba el trayecto de regreso a la costa. Una vez en Zanzíbar eran embarcados hacia Asia, Oriente y América.

Muchas de las carreteras de hoy en día y los tendidos de las vías del tren suelen ser las mismas rutas que se utilizaban para cazar a los esclavos.

Viajé en 2010 por un par de países de África intentando hacerlo como un mileurista, con el menor presupuesto posible, para viajes, comida, hoteles y excursiones. No me alcanzó con lo que me había propuesto, pero no me pasé en mucho. Para ello tuve a veces que dormir en lugares donde seguramente nunca más lo haré. Y es que en la mayoría de países de África los hoteles no tienen término medio, o son caros o baratos mientras la comida y los transportes, si no eres remilgado, son baratos.

En los países que he visitado siempre me ha maravillado la explosión de colores, desde la propia tierra que muchas veces es roja como los coloridos ropajes que se ponen.

Muchos de los exploradores de esa época, sobre todo ingleses y alemanes murieron a inicios del siglo 20, o sea hace 100 años o incluso algunos menos, lo que significa que eran los abuelos de gente de mi edad. Livingstone murió en 1873 y Henry Morton Stanley murió en Londres el 10 de mayo de 1904. 

He puesto fotos porque no tengo la capacidad de escribir como Javier Reverte, quien, con varios de sus libros, pero sobre todo con “Sueños de África” me ha animado a escribir este capítulo.

Rutas seguidas por Stanley en sus viajes africanos. Viaje de 1871-1872 en rojo, viaje de 1874-1877 en verde y viaje de 1888-1889 en azul.