Serie fotos: Autora R. Cebrián – dragón chino 新年快乐. Como celebración del año nuevo chino, esta imagen enternecedora (lo he puesto en chino simplificado para que se entienda mejor). |
El otro día en el único semáforo de mi ciudad que, sólo es
respetado por el 70% de los vehículos cuando está en rojo, estaba pintado en el
suelo el cuerpo de un motorista que murió al chocar contra un coche y al lado
se podía ver todavía la mancha de sangre. Mientras, los policías que están
apostados cerca, se pasan el día mirando SMS y Facebook en sus móviles. Otras
veces ni están y es que se encuentran cuidando una boda. Resulta que en
Camboya, las bodas se celebran en la calle, enfrente de la casa de la novia o
el novio, eso todavía no lo he averiguado. Para ello, en función de la clase
social y dinero de la familia, ponen un entoldado literalmente en el medio de
la calle y con unos altavoces anuncian de una forma estridente el increíble
acontecimiento, como si la parafernalia montada no fuera suficiente. Para
gestionar el tráfico, que como mínimo se ve bastante constreñido, pagan directamente
a los guardias, si, a los del semáforo, para que ordenen el caos. Cuando la
familia tiene mucho, mucho dinero, entonces mandan a cerrar la calle
completamente, que es una forma de demostrar dinero y poder en este país.
Si yo ya desde pequeño he estado en contra del matrimonio,
aquí me he acabado de rematar. Las bodas se realizan todas en la época seca, o
sea AHORA, ya que parece que en la época de lluvias da mala suerte. Así que si
no querías sopa, toma dos tazas. Pero eso no acaba aquí. Resulta que para que
se entere todo el mundo de que hay boda los altavoces resultan muy útiles y la
comunicación se hace a través de una música estridente e ininteligible, con
unos cánticos grabados y con un señor diciendo no sé qué durante horas por el
micrófono. Todo eso sería algo más soportable si no empezaran con la música a
la alegre hora de las 5,30 de la mañana. Si, ya sé que me levanto normalmente a
las 6, pero esa media horita yo la quería para mí. Pues no, para la boda. Ya
empiezo a odiar la época seca y estoy deseando que llueva y no pare.
Ya el otro día decía que voy descubriendo también el lado
oscuro de Camboya, esa parte que cuesta mucho más ver, tras la siempre presente
sonrisa camboyana. A veces uno se lleva sorpresas y como en las muñecas rusas,
de pronto al abrir una, encuentras que dentro hay otra, que ya no sabes si
seguir intentando abrir. Después de un primer intento de contratar a una señora
y su hija para que me limpiaran la casa, he decidido de momento hacerlo yo y me
he comprado para ello una aspiradora. Cuando alquilé la casa, supuestamente me
la entregaban limpia, pero además de 4 ratones de los que me tuve que encargar
personalmente había telarañas, polvo y porquería acumulada durante meses detrás
de los muebles. Y es que he descubierto que detrás de la típica señora
camboyana vestida con esa especie de pijama
limpiando alegremente por la mañana con una mano detrás y con la otra
blandiendo una especie de plumero con la que prácticamente va repartiendo el
polvo del suelo a derecha e izquierda, lo que hace también es barrer para
debajo de los muebles. Otra cosa que he observado es que sólo limpian hasta la
altura de los ojos, todo lo que queda por arriba no se ve y por tanto no se
limpia, y claro como son bajitos…... Pero eso sí, impresión de limpieza da. Lo
dicho, si no abres la muñeca, entonces todo está bien.
Ahora todos los muebles de la casa están al menos a un palmo
de la pared, que si viene un ratón lo quiero ver yo.
La hora punta en Camboya se nota porque hay más vehículos en
la calle pero también porque las motos llevan más pasajeros. Si entre horas es
raro ver solo un pasajero en la moto, yendo la mayor parte de la veces dos, en
horas punta la ocupación de las motos se convierte en tres y no es nada raro
ver a 4. Hoy incluso he visto un matrimonio con sus tres hijos yendo
alegremente quien sabe dónde. En mi caso aunque soy consciente de que ir en
moto es una lotería y que como más se use más probabilidades de accidente hay,
reconozco que de vez en cuando se me olvida y cada día me sale mejor el giro y el ir
en sentido contrario lo bordo.
Pero también hay que decir que la moto ha significado en
este país un gran avance para las mujeres. Con la moto tienen libertad para
moverse, para ir al mercado, ir a estudiar o incluso salir de noche, cosa que
antes, caminando no podían hacer. A pesar de que en sí, la cantidad de motos
que existe son un desastre ambiental, por otro lado lo corrigen al ser tantos
los que pueden montarse en ella a la vez y al no tener ninguna alternativa para
trayectos cortos o medianos (no hay buses urbanos) por lo que es el único medio
que tienen de moverse. Pero por el contrario de nuevo, lo llevan a extremos
inimaginables y ya no son capaces de caminar lo que ellos llaman más de la “walking
distance”, o sea unos 100 metros más o menos.
Algo |
Aunque la cantidad y obviedad de los eructos que se echan
los/as camboyanos/as no son tan ostentosos ni frecuentes como en Filipinas, no
por eso dejan de echárselos, sin que nadie se dé por aludido. Yo en mi
ignorancia y sin consultarlo siquiera con Wikipedia se lo achaco al arroz, que
digo yo que comiéndolo a todas horas les debe fermentar en el estómago y de ahí
los susodichos gases.
Las gallinas también van en moto |
Mototaxista esperando tranquilamente clientes con su taxi-moto. Se aceptan hasta 3 pasajeros |
Y la parte trasera de mi casa con el jardín |
No hay comentarios:
Publicar un comentario