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viernes, 27 de enero de 2017

Happy New Year chino - 新年快乐


Serie fotos: Autora R. Cebrián – dragón chino 新年快乐. Como celebración del año nuevo chino, esta imagen enternecedora (lo he puesto en chino simplificado para que se entienda mejor).
El otro día en el único semáforo de mi ciudad que, sólo es respetado por el 70% de los vehículos cuando está en rojo, estaba pintado en el suelo el cuerpo de un motorista que murió al chocar contra un coche y al lado se podía ver todavía la mancha de sangre. Mientras, los policías que están apostados cerca, se pasan el día mirando SMS y Facebook en sus móviles. Otras veces ni están y es que se encuentran cuidando una boda. Resulta que en Camboya, las bodas se celebran en la calle, enfrente de la casa de la novia o el novio, eso todavía no lo he averiguado. Para ello, en función de la clase social y dinero de la familia, ponen un entoldado literalmente en el medio de la calle y con unos altavoces anuncian de una forma estridente el increíble acontecimiento, como si la parafernalia montada no fuera suficiente. Para gestionar el tráfico, que como mínimo se ve bastante constreñido, pagan directamente a los guardias, si, a los del semáforo, para que ordenen el caos. Cuando la familia tiene mucho, mucho dinero, entonces mandan a cerrar la calle completamente, que es una forma de demostrar dinero y poder en este país.



Si yo ya desde pequeño he estado en contra del matrimonio, aquí me he acabado de rematar. Las bodas se realizan todas en la época seca, o sea AHORA, ya que parece que en la época de lluvias da mala suerte. Así que si no querías sopa, toma dos tazas. Pero eso no acaba aquí. Resulta que para que se entere todo el mundo de que hay boda los altavoces resultan muy útiles y la comunicación se hace a través de una música estridente e ininteligible, con unos cánticos grabados y con un señor diciendo no sé qué durante horas por el micrófono. Todo eso sería algo más soportable si no empezaran con la música a la alegre hora de las 5,30 de la mañana. Si, ya sé que me levanto normalmente a las 6, pero esa media horita yo la quería para mí. Pues no, para la boda. Ya empiezo a odiar la época seca y estoy deseando que llueva y no pare.



Ya el otro día decía que voy descubriendo también el lado oscuro de Camboya, esa parte que cuesta mucho más ver, tras la siempre presente sonrisa camboyana. A veces uno se lleva sorpresas y como en las muñecas rusas, de pronto al abrir una, encuentras que dentro hay otra, que ya no sabes si seguir intentando abrir. Después de un primer intento de contratar a una señora y su hija para que me limpiaran la casa, he decidido de momento hacerlo yo y me he comprado para ello una aspiradora. Cuando alquilé la casa, supuestamente me la entregaban limpia, pero además de 4 ratones de los que me tuve que encargar personalmente había telarañas, polvo y porquería acumulada durante meses detrás de los muebles. Y es que he descubierto que detrás de la típica señora camboyana vestida con esa especie de pijama  limpiando alegremente por la mañana con una mano detrás y con la otra blandiendo una especie de plumero con la que prácticamente va repartiendo el polvo del suelo a derecha e izquierda, lo que hace también es barrer para debajo de los muebles. Otra cosa que he observado es que sólo limpian hasta la altura de los ojos, todo lo que queda por arriba no se ve y por tanto no se limpia, y claro como son bajitos…... Pero eso sí, impresión de limpieza da. Lo dicho, si no abres la muñeca, entonces todo está bien.
Ahora todos los muebles de la casa están al menos a un palmo de la pared, que si viene un ratón lo quiero ver yo.




La hora punta en Camboya se nota porque hay más vehículos en la calle pero también porque las motos llevan más pasajeros. Si entre horas es raro ver solo un pasajero en la moto, yendo la mayor parte de la veces dos, en horas punta la ocupación de las motos se convierte en tres y no es nada raro ver a 4. Hoy incluso he visto un matrimonio con sus tres hijos yendo alegremente quien sabe dónde. En mi caso aunque soy consciente de que ir en moto es una lotería y que como más se use más probabilidades de accidente hay, reconozco que de vez en cuando se me olvida y cada día me sale mejor el giro   y el ir en sentido contrario lo bordo.
Pero también hay que decir que la moto ha significado en este país un gran avance para las mujeres. Con la moto tienen libertad para moverse, para ir al mercado, ir a estudiar o incluso salir de noche, cosa que antes, caminando no podían hacer. A pesar de que en sí, la cantidad de motos que existe son un desastre ambiental, por otro lado lo corrigen al ser tantos los que pueden montarse en ella a la vez y al no tener ninguna alternativa para trayectos cortos o medianos (no hay buses urbanos) por lo que es el único medio que tienen de moverse. Pero por el contrario de nuevo, lo llevan a extremos inimaginables y ya no son capaces de caminar lo que ellos llaman más de la “walking distance”, o sea unos 100 metros más o menos.
Algo
Aunque la cantidad y obviedad de los eructos que se echan los/as camboyanos/as no son tan ostentosos ni frecuentes como en Filipinas, no por eso dejan de echárselos, sin que nadie se dé por aludido. Yo en mi ignorancia y sin consultarlo siquiera con Wikipedia se lo achaco al arroz, que digo yo que comiéndolo a todas horas les debe fermentar en el estómago y de ahí los susodichos gases.
Las gallinas también van en moto


Mototaxista esperando tranquilamente clientes con su taxi-moto. Se aceptan hasta 3 pasajeros

Y la parte trasera de mi casa con el jardín



jueves, 5 de enero de 2017

Cambodia Driving Style



Seeds - Serie fotos curiosas. Autora R.Cebrian

En Camboya casi todo el mundo se mueve en vehículo, algunos en coche, mientras la inmensa mayoría lo hace en moto, otros en bicicleta, aunque cada vez menos, sobre todo estudiantes, y finalmente el que va a pie es porque es un pringao. Por eso mi organización me ha proporcionado una moto Honda 125, con matrícula de organización internacional, con la que voy a todas partes en la ciudad y con la que me he ido haciendo a la manera de conducir de aquí.

Al cole en familia


Cada día recorro los cerca de 3 kilómetros que van desde mi casa hasta la oficina del Departamento de agricultura en la que habitualmente trabajo. Para ello voy por una carretera importante que va hacia el norte, con bastante tráfico y que pasa por delante del mayor mercado de la ciudad. Cada día me llevo algún susto, sea por un camión que viene en dirección contraria y haciéndome luces para que me aparte, una moto que gira justo delante de mi u otra que sale de una calle lateral sin reducir la velocidad, tal como es habitual aquí. Lo único que sirve es conducir despacio y estar alerta, esperando siempre lo inesperado.

Tras algo más de 4 meses en el país ya he visto todo lo que tenía que ver sobre la forma de conducir en Camboya. Mi conclusión es que conducen igual como caminan y las reglas son aproximadamente las mismas. En principio se trata de que todos vean lo que uno quiere hacer, girar hacia una calle, dar la vuelta en redondo, pararse o adelantar y que los demás actúen en consecuencia. Si sales de una calle lateral o de un camino de mala muerte a una calle importante o a una carretera, no importa, tu sólo miras a los que vienen de frente (los sentidos de la carretera no se respetan mucho) y no te importa si alguien viene desde atrás, ese es el que tiene que reducir la velocidad, adelantarte o cagarse en tu madre.
Por eso me sorprende la cantidad de autoescuelas que hay. He preguntado y me dicen que sólo enseñan a como conducir el coche, no tanto las reglas en la carretera, que al fin y al cabo como en todas partes, se aprende conduciendo.


Los agricultores también van en moto a trabajar al campo

El tráfico en general es fluido. Imaginaros un gran paseo con mucha gente caminando y apartándose según se van acercando unos a otros, sin movimientos bruscos. Por eso cuando quieren girar hacia una calle perpendicular al sentido en el que van, en vez de llegar a la intersección y girar con un giro de 90°, ya desde antes van invadiendo el carril contrario y conduciendo en diagonal hasta que llegan a la calle, por supuesto en el sentido contrario y entonces haciendo la misma maniobra en diagonal se cambian de sentido, o no, según les parezca.
Todo esto funciona si se conduce despacio y todos están pendientes de todos, pero esta manera de hacer va siendo cambiada por la nueva generación que ha decidido que hay que correr más y con ello rompen el sistema establecido y también por los coches, cada vez más grandes y lujosos, que van respetando cada vez menos a las motos ya que no te vas a comprar un 4x4 de 60.000 dólares para ir a 30 Km/h detrás de una moto. Las carreteras además no están a la altura por lo que todo el mundo te dice que los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en el país. En cuanto a los jóvenes, yo esperaría que ese sentido de romper lo establecido en este país tan convencional, también sirva para que sean ellos lo que den un vuelco al gobierno en las próximas elecciones.

Motocultor de mango largo transportando gente a los arrozales

A los camboyanos no les gusta pararse, por eso en los cruces siguen hacia donde piensan ir, sin detenerse, venga quien venga, lo que al mismo tiempo conlleva que aunque el tráfico es algo lento, sea fluido, ya que al no pararse, siempre están en movimiento. Lógico !.
En la calle ves de todo y sobre todo las motos son las que te sorprenden ya que pueden llevar cualquier cantidad de cosas y gente. Desde enfermos, con la imagen habitual de un matrimonio con su hijo en medio, saliendo de una clínica y de regreso a casa, con una caña de bambú de la que cuelga el suero que le han puesto al niño hasta el transporte de cerdos de unos 60 kilos o más en motos de 125 cc. Esto que ya nos parecería raro en España, que alguien lleve un cerdo vivo en una moto pequeña, aquí lo raro es que sólo lleven uno, ya que para aprovechar el viaje llegan a llevar hasta 6 o 8 cerdos, atados e inmovilizados a una especie de parihuelas que se dejan amontonar una sobre otra y así todas atadas juntas, permiten una vez más que la sufrida moto haga las veces de camión o de lo que haga falta.

Transportando cerdos

No es raro ver a 3 y 4 personas en una moto, si van niños pueden ser más, conduciendo a cualquier edad a partir de los 5 o 6 años. Algunos motoristas llevan el teléfono móvil debajo del caso y así mientras conducen van hablando, otros más diestros van texteando SMS con una mano mientras con la otra conducen.

Niña conduciendo

Luego están los tractores-motocultores de manillar largo, que están construidos para trabajar en los campos inundados de arroz y que también se utilizan para otro tipo de menesteres, conduciendo por las carreteras, haciendo de bus transportando gente o de lo que haga falta. A estos les temo especialmente ya que el conductor no suele haber pasado por la autoescuela, además suelen ir tan cargados que no pueden ver hacia atrás ni a los lados, por lo que son impredecibles. Hay otros artefactos circulando pero esperaré a hacer una foto ya que describirlos se me hace imposible, hay que verlos.

Moto con remolque preparada para venta ambulante

Viniendo en bus de Battambang ya ví mi primer accidente justo delante nuestro, el padre, el niño, la mujer, el arroz, las verduras, todo por el suelo, justo los esquivamos y seguimos nuestro camino

Y esta es la foto de mi casa desde la parte frontal. !Estáis invitados!