Seguidores

viernes, 14 de julio de 2023

Cambio Climático y pesticidas

 

Efectos de cambio climático en la costa de Las Peñas, norte de Ecuador


Según diversos estudios, el cultivo de cacao en varios países, entre ellos Costa de Marfil, puede verse afectado por el cambio climático. El impacto esperado sería más grave en este país que en Ghana. Aproximadamente una cuarta parte de la producción anual estimada en 390.000 tn procede de zonas que ya no serían aptas para el cultivo del cacao en 2050. El fenómeno de la sequía y la prolongación de la estación seca se dejará sentir sobre todo en el noroeste y en la región costera occidental. Estas zonas necesitarían, por tanto, una adaptación importante, sobre todo en lo que respecta a las medidas de adaptación a la sequía. En estudios recientes realizados sobre las futuras condiciones climáticas del cacao en África Occidental, basados en las actuales prácticas de producción, predicen una importante variabilidad de estas condiciones, lo que afectará negativamente a los medios de vida de hasta 2 millones de hogares de agricultores de cacao.

Las prácticas recomendadas para hacer frente al cambio climático tienen como objetivo crear sombra y mantener la mayor humedad posible alrededor de los jóvenes cacaoteros. Los agricultores utilizan cada vez más la práctica agroforestal de combinar árboles fertilizantes, frutales o forestales en el cacao, pero la falta de mano de obra y el acceso a veces difícil a los plantones de árboles, así como la falta de directrices en cuanto a la densidad, el espaciado y las especies de árboles indicadas, son un obstáculo para su adopción. Son muy pocos los cacaocultores, incluso los afiliados a cooperativas, que se benefician de una orientación técnica específica sobre prácticas climáticamente inteligentes, la asociación de árboles y el uso de la información climática en la toma de decisiones sobre la producción de cacao.

Infografía que se puede encontrar en la web de Casa Africa

Fertilizantes

Las plantaciones de cacao agotan los suelos, especialmente en regiones donde el suelo contiene bajas cantidades de nutrientes. El enfoque principal para revertir la situación de los suelos, desde la perspectiva de la industria del cacao, es con el uso de fertilizantes adaptados, ya que los fertilizantes genéricos no funcionan. Cualquier uso de fertilizante, ya sea sintético u orgánico, requiere que la composición nutricional se adapte a una serie de variables, incluyendo la calidad del suelo, la edad del árbol y si el cacao se cultiva en sistemas agroforestales, de sombra o de pleno sol.

La realización de análisis de suelos es costosa y no suele haber laboratorios disponibles. En estudios realizados en 1975 se encontró que en Costa de Marfil se necesitan 26 fórmulas diferentes de fertilizantes para satisfacer las necesidades de las diferentes calidades del suelo. Un estudio similar en Ghana concluyó que se necesitan al menos 30 fórmulas diferentes. Los agricultores requieren capacitación sobre la aplicación correcta y las prácticas agrícolas óptimas, para además saber qué hacer ante el acoso de las multinacionales y empresas comercializadoras de agroquímicos..

Anuncio de fertilizantes químicos en Costa de Marfil

El aumento de materia orgánica del suelo es un aspecto importante del manejo sostenible, ya que mejora su estructura, lo que conduce a un mejor crecimiento de las plantas y proporciona nutrientes de crecimiento de liberación lenta. La materia orgánica también aumenta la capacidad de retención de agua del suelo, lo que puede marcar la diferencia entre los sistemas de cacao viables y no viables en el futuro, cuando el cambio climático inevitablemente amenazará la producción en algunas áreas.

Aunque el uso de fertilizantes puede generar rendimientos significativamente más altos, la justificación económica para los agricultores no está del todo clara. El incremento en el uso de agroquímicos aumenta los costos de los insumos de los agricultores, los riesgos son altos y la remuneración es muy incierta. Los agricultores tienen que comprar agroquímicos por adelantado y también deben invertir en mano de obra adicional para aplicarlos. Además, hay que tener en cuenta la distancia a la que hay que ir a comprarlos y luego transportarlos hasta la parcela, en la mayoría de los casos alejada y de difícil acceso. Sin embargo, no tienen la seguridad de recibir un precio decente por el cacao en la época de cosecha que cubra estos costes. Para el país en general representa un factor de contaminación del suelo y los acuíferos.

Elaboración de composte con miembros de una cooperativa de Kpalimé, Togo

Los niveles de fertilidad del suelo dependen de diversos factores relacionados con el entorno y las prácticas de cultivo (clima, suelo, cultivos asociados, sombreado, etc.). Estos factores evolucionan con el tiempo y, por tanto, las necesidades nutricionales de los cacaoteros también evolucionan. Si los nutrientes exportados de la plantación por los productos de cultivo no se sustituyen, entonces los suelos se agotan con el tiempo y los niveles de producción disminuyen.

Daño ambiental por plaguicidas

Los plaguicidas pueden causar una gran cantidad de daños a los ecosistemas naturales y pueden amenazar gravemente la biodiversidad local. Uno de los efectos no deseados del uso de plaguicidas es la reducción de polinizadores, imprescindibles para el cacao. Las poblaciones de aves y peces también pueden verse muy afectadas. Los plaguicidas, y especialmente los neonicotinoides utilizados, son dañinos para una variedad de polinizadores, incluyendo a las abejas. Aunque el impacto de los plaguicidas en las mosquitas se ha investigado mucho menos, existen serios indicios de que los insecticidas también reducen sus poblaciones, lo que podría conducir a una reducción en los rendimientos de cacao, ya que estos insectos juegan un papel importante en el proceso de polinización en África Occidental. Tampoco se debe obviar que los productores no cuentan con equipos de protección adecuados y se ven directamente expuestos a las materias activas de los productos utilizados.

El anuncio del insecticida de la foto, tomada en la zona cacaotera de Soubré en Costa de Marfil, tiene como materias activas Acetamipride + Bifenthrine que son un neonicotinoide y un piretroide. Ambos actúan por contacto e ingestión. Estos productos son altamente tóxicos para peces y organismos acuáticos (se recomienda no aplicar el producto en condiciones climáticas que favorecen la escorrentía o con pronósticos de lluvia dentro de las 24 h de aplicación). Está prohibida la aplicación a una distancia de cuerpos de agua menor a 10 metros. Se debe evitar la aplicación en surcos de erosión, desagües o áreas que descargan escorrentía en cuerpos de agua adyacentes. Es muy tóxico para aves y altamente tóxico para abejas, así como muy tóxico para lombrices. Imposible de cumplir.

Aunque el uso de fungicidas y pesticidas puede ser una forma de protección contra las enfermedades de los cultivos, el sector cacaotero no ha tomado suficientes medidas para contrarrestar los efectos secundarios negativos del uso de productos agroquímicos, incluido las condiciones de trabajo peligrosas para quienes los aplican (especialmente niños), la contaminación de los ecosistemas, las cepas de plagas y enfermedades más resistentes por la aplicación incorrecta de los productos. La forma arbitraria de su distribución, especialmente en Ghana, también ha resultado en corrupción generalizada, ya que los agroquímicos, que debían ser distribuidos gratuitamente a los agricultores, se venden en los mercados locales e incluso en los países vecinos. La distribución y aplicación de los agroquímicos ha sido a menudo aleatoria, además sin los conocimientos adecuados sobre el modo de empleo. En concreto, los resultados preliminares indican que fertilizantes pueden dar resultados muy limitados en plantaciones con árboles viejos. El uso de los plaguicidas es costoso y solo mejoran los ingresos si se aplican bien, a tiempo, y combinados con otras buenas prácticas agrícolas.

Las especies de míridos más dañinas se encuentran en África. Son responsables de las pérdidas más importantes y, por sí solas, pueden reducir entre el 30 y el 40% la producción de cacao en África Occidental. Como alternativa, se controlan manteniendo un sombreado adecuado y se pueden combatir con extractos acuosos de las semillas de Thevetia peruviana, sobre lo que ya se han realizado diversos ensayos en Camerún y en Togo.

Aplicación de abono orgánico en Togo

Aunque los enfoques gubernamentales para el uso de plaguicidas difieren, en general se deben mejorar y deben tener como objetivo proteger a las familias de agricultores y el medio ambiente. En Ghana, por ejemplo, el Instituto de Investigación del Cacao de Ghana (CRIG, en inglés) realiza pruebas a todos los plaguicidas permitidos para la producción de cacao. Sin embargo, de los dieciséis insecticidas aprobados, doce están en la lista de plaguicidas altamente peligrosos (PAP) de PAN International. Uno de los ocho fungicidas permitidos y el único herbicida permitido también está en la lista de PAP. La mayoría de los agroquímicos aprobados son peligrosos para las abejas. Otros peligros se relacionan con efectos crónicos sobre la salud humana, toxicidad aguda para los humanos por inhalación, alta toxicidad para los organismos acuáticos y muy alta resistencia en el agua, suelo o sedimento. El uso de plaguicidas no aprobados también parece estar muy extendido. Aunque en general los agricultores de Ghana afirman que compran plaguicidas a vendedores certificados, algunos también compran en los mercados y a los vendedores en las carreteras. Según los agricultores, estos suelen ser más efectivos, pero el uso de plaguicidas no controlados podría ser muy peligroso para los agricultores, el medio ambiente y los consumidores. Además, las actividades de fumigación masiva organizadas por el gobierno se llevan a cabo de acuerdo con un calendario y no según la necesidad de fumigación.

Recipientes con el fertilizante Bocashi, realizado por los propios agricultores en la zona norte de Ecuador

jueves, 6 de julio de 2023

Efectos medioambientales: Agroforestería

 

Sistema agroforestal en Esmeraldas, Ecuador


Los sistemas agroforestales pueden aportar una gran variedad de beneficios ecológicos, tales como la conservación de la biodiversidad de flora y fauna, secuestro de carbono, preservación y fortalecimiento de la humedad y fertilidad del suelo, contribución al control de plagas, control micro climático, estimulación de lluvias, como algunos de los beneficios más inmediatos. Sin embargo, la agroforestería no debe reemplazar las áreas forestales y la deforestación cero no es lo mismo que la agroforestería.

La agroforestería, según la FAO es un grupo de prácticas y sistemas de producción, donde la siembra de los cultivos y árboles forestales se encuentran secuencialmente y en combinación con la aplicación de prácticas de conservación de suelo. Estas prácticas y sistemas están diseñados y ejecutados dentro del contexto de un plan de manejo de finca, donde la participación del agricultor es clave

Falta una definición clara de agroforestería, al menos en el sector del cacao. Agroforestería, estrictamente definida significa que existe una asociación entre árboles y cultivos. Por tanto, un gran número de sistemas agrícolas puede denominarse de este modo. Es fundamental para el sector del cacao – y para los gobiernos productores de cacao – llegar a un consenso sobre de que se habla cuando nos referimos a agroforestería.

La agroforestería en el cacao es una de las más eficaces soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente al cambio global, incluyendo la degradación de la tierra, el agotamiento de los nutrientes, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la inseguridad alimentaria y nutricional, la pobreza rural y los problemas de la cadena de suministro del cacao.

Representación de lo que sería un sistema agroforestal en estratos múltiples y con una densidad de cacaos de 600 árboles/ha, la mitad de lo habitual en sistemas intensivos

Financiación de los enfoques agroforestales de paisaje

Es poco realista y además injusto esperar que los agricultores, la gran mayoría de los cuales no ganan un ingreso mínimo, asuman los costos de transición y mantenimiento de sistemas agroforestales del cacao. Para ello es clave crear un mecanismo que comprometa a todo el sector cacaotero, movilizando los recursos necesarios. Una ruta para explorar es la aplicación de un impuesto ambiental a todas las exportaciones de cacao, el cual no debería reducir en modo alguno los precios que se pagan a los agricultores. Para ello la transparencia y la rendición de cuentas de cualquier recaudación del “impuesto ambiental del cacao” serían fundamentales. Los recursos deberían invertirse en restaurar el daño ambiental y/o mantener paisajes de cacao resilientes, así como garantizar un pago justo a los agricultores por sus esfuerzos agroforestales. Se puede ver un ejemplo de créditos de carbono a través de agroforestería en Ghana en el siguiente link

https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2023/06/01/in-ghana-sustainable-cocoa-forest-practices-yield-carbon-credits?cid=ECR_E_NewsletterWeekly_ES_EXT&deliveryName=DM187195

La agroforestería no puede reemplazar el bosque natural. Sin embargo, el cacao agroforestal puede desempeñar un papel en las medidas de compensación y restauración de áreas deforestadas, a lo que deben contribuir las empresas de la industria del cacao, que se han beneficiado de la deforestación en el pasado en sus cadenas de suministro. La agroforestería también es importante para los principales países productores de cacao, ya que necesitan urgentemente reverdecer sus naciones, algunas de las cuales están en camino hacia la desertificación debido a la pérdida de la cubierta forestal.

Reforestación realizada con la población local, para proteger las fuentes de agua que pasan por las tierras de una comunidad indígena, en Chutes de la Nawa, Soubré (Costa de Marfil).

Debe desmentirse la tensión artificial entre productividad y agroforestería

La tensión entre la agroforestería y la productividad siempre está presente. Pero hay suficientes datos que demuestran que los rendimientos pueden ser tan altos en ciertos sistemas agroforestales de alta biodiversidad como en la producción a pleno sol y hay indicios de que los sistemas agroforestales de cacao pueden tener un rendimiento económico similar o incluso mejor en comparación con los sistemas agroforestales convencionales. En investigaciones llevadas a cabo en la República Dominicana se ha demostrado que las plantaciones de cacao senescente pueden ser rehabilitadas para aumentar la producción a través de injertos (mientras se mantiene la higiene fitosanitaria para evitar la propagación de enfermedades), con polinización manual, poda, fertilización agroecológica, y manejo de malezas sin alterar
la composición de la sombra sobre el cacao. Además, el enfoque debe pasar de solo medir el rendimiento del cacao a los rendimientos totales del sistema, y realizar análisis completos de costo-beneficio que consideren la seguridad alimentaria, los efectos a largo plazo de la agricultura intensificada, y la diversificación de ingresos, así como los costos (especialmente los costos de agroquímicos y mano de obra), con la tendencia a conseguir un ingreso vital mínimo.

 

Para quien quiera profundizar en este tema, una organización ha puesto a disposición libre una biblioteca con todos los artículos y documentos relacionados con la agroforestería en el cacao

(https://www.zotero.org/groups/2785774/cocoa_library/library)

 

Uso de suelos

La inconsistencia de los derechos de propiedad sobre la tierra y los bosques también es una causa de problemas en Costa de Marfil y Ghana. En la práctica, los árboles son propiedad del Estado y no de quien los cultiva, de manera que el gobierno cuenta con autoridad para talar árboles mediante la concesión del terreno a una empresa maderera, lo que desincentiva a quienes producen el cacao a la hora de permitir el rebrote natural de los árboles que crecen junto a los árboles del cacao en sus terrenos (lo que nombrábamos Versión 2 en el post anterior). Por otro lado, muchos agricultores son migrantes que solo cuentan con derechos temporales de acceso a la tierra, circunstancia que de nuevo desincentiva la sustitución de árboles del cacao envejecidos o improductivos. 

En Ghana, hasta hace poco, los agricultores no podían ser propietarios de los árboles maderables en sus fincas. Por lo tanto, los jefes locales u otras autoridades a menudo autorizaban a las compañías madereras a talar los árboles maderables que aún quedaban en las plantaciones de cacao, destruyendo en el proceso una gran parte de la finca cacaotera. La legislación fue modificada en 2016 y ahora los agricultores pueden registrar sus árboles, pero el sistema es complicado y burocrático. Estos problemas de los derechos desalientan a los agricultores a invertir en sus explotaciones, y por lo tanto impiden sistemas de cultivo más sostenibles.

La capacidad del Estado para administrar y regular eficazmente la tierra se convierte en un requisito previo para el éxito de la reducción de la deforestación mediante la intensificación del cacao. Dado que las inversiones en cacao sostenible son a largo plazo, la mejora de la seguridad de la tenencia de la tierra y los árboles (que es el mandato del Estado) es una condición importante para los pequeños propietarios.

Ante la amenaza de ver desaparecer sus últimos bosques, Costa de Marfil y Ghana, junto con las principales empresas del sector del cacao, se comprometieron en la Conferencia sobre el Clima de Bonn en 2017 (COP23) a protegerlos y promover la agroforestería, sobre lo que ya están realizando algunas iniciativas que comentaremos con más detalle más adelante.

 

Los pocos bosques que quedan es porque las poblaciones locales los consideran sagrados y entierran allí a sus muertos (Bosque sagrado de Gbetitapea, Daloa, Costa de Marfil)

La agroforestería, una opción posible para la renovación de la cacaocultura africana

Desde mediados del siglo pasado se desaconseja por parte de los servicios técnicos convencionales a los agricultores hacer uso de la agroforestería, es decir el hecho de asociar árboles frutales y forestales a los árboles de cacao. Incluso hoy en día, se sigue atribuyendo rendimientos más bajos a esta práctica tradicional en comparación con el monocultivo, aunque se siga practicando en muchos países productores. Se dice que los árboles, combinados en número variable, inducirían competencia por la luz, el agua y los elementos minerales, en detrimento de los árboles del cacao. Si bien estos argumentos pueden ser pertinentes en la agronomía convencional, algunos estudios recientemente llevados a cabo en Camerún demuestran que la presencia de árboles en las plantaciones de cacao no impide obtener buenos rendimientos. En este país, el área plantada en cacao se compone principalmente de fincas agroforestales. El rendimiento, estimado es en promedio de 740 kilogramos de cacao comercializable por hectárea en parcelas con un promedio de 1.500 árboles de cacao -una densidad similar a la que se observa a menudo en el monocultivo- y 190 árboles frutales y forestales. El rendimiento puede llegar a una tonelada aun cuando no se ha aplicado ningún fertilizante químico. Además, dependiendo de la complejidad de estas plantaciones (número y tipos de árboles asociados), su capacidad media de almacenamiento de carbono puede alcanzar las 75 toneladas por hectárea o incluso más, lo que representa el 50 % de la capacidad de los bosques secundarios locales, donde a menudo estas plantaciones se han instalado. La capacidad de almacenamiento de carbono de los monocultivos de cacao es de unas 10 toneladas. En algunas parcelas, este balance entre producción de cacao y almacenamiento de carbono va de la mano de otro servicio ecológico crucial para los agricultores, la regulación de dos plagas importantes: la mazorca negra, causada por un hongo y los miridos, unos insectos picadores-chupadores cuyos daños repetidos provocan la muerte progresiva de los árboles de cacao. Los agricultores modulan la sombra que proporcionan los árboles asociados para limitar el desarrollo tanto de hongos (favorecido por la sombra densa) como de miridos (que se multiplican cuando no hay sombra o muy poca). De este modo, consiguen reducir el uso de plaguicidas y ahorrar hasta el 70 % del presupuesto de protección fitosanitaria de una parcela cultivada de manera intensiva.

Un indicador operacional para el manejo de una plantación de cacao agroforestal: el área basal

La observación de las plantaciones de cacao agroforestales del Camerún ha demostrado que el área basal de los árboles de cacao, que refleja la competencia entre los árboles de cacao y los árboles asociados, es un buen indicador para evaluar los equilibrios entre la producción de cacao y los servicios ecológicos. Esto implica medir la circunferencia del tronco a una altura determinada y luego calcular el área de la sección transversal, o «área basal». Clásicamente utilizada por los silvicultores, esta medida puede ser fácilmente aplicada por los técnicos o incluso por los propios agricultores. El indicador general que interesa aquí es el área basal relativa de los árboles de cacao, es decir, la relación entre la suma de las áreas basales de todos los árboles de cacao y la de las áreas basales de todos los árboles presentes en la plantación (árboles de cacao + árboles asociados). En Camerún, el valor de este indicador es en promedio del 40 % en plantaciones agroforestales adultas que producen una tonelada de cacao comercializable por hectárea. Y es del 36 % en las plantaciones de cacao que presentan los mejores compromisos entre rendimiento de cacao, almacenamiento de carbono y control de plagas. Este indicador también permite evaluar una compensación alternativa que concilia un buen nivel de producción de cacao con la longevidad de la plantación. En Camerún, las áreas basales relativas de los árboles de cacao de entre el 40 y el 55 % permiten tanto rendimientos de hasta una tonelada de cacao por hectárea como el mantenimiento de las plantaciones después de 40 años, un período de tiempo más allá del cual se acepta generalmente que deben ser rehabilitadas.

En las plantaciones de cacao degradadas, la presencia de árboles permite a los agricultores liberarse de dos requisitos previos para cualquier acción de rehabilitación: el restablecimiento de la sombra, que ya está presente, y el restablecimiento de la fertilidad del suelo, mantenido por la descomposición de los desechos vegetales.

 
No se puede esperar que familias que viven bajo el umbral de la pobreza se dediquen a reforestar

Corto video sobre el cacao en el marco del módulo de subtropicales del Master de Agroecología en La Palma: https://youtu.be/Kqq0KFZS5QY

Cosecha de mazorcas de El Hierro de julio de 2023 (las mazorcas más grandes y rugosas son variedad Criollo y las más lisas Forastero).