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miércoles, 17 de agosto de 2022

CACAO - la bebida de los dioses

Árbol de cacao de cultivo ecológico en Togo


Blog

Aunque este blog es de viajes, pasa a convertirse temporalmente en el hilo conductor del libro que estoy escribiendo sobre los aspectos socioeconómicos del cacao. Tratará desde su origen hasta que se convierte en chocolate y estará especialmente centrado en África, de donde nos llega el 70% de la materia prima.


De momento tengo los esbozos de los diferentes capítulos de que constará el libro y esas serán las entradas que iré subiendo. Luego espero ir completando aspectos que me falten viajando a los sitios para documentarme in situ, tanto a los países de donde es originario como en los que se ha implantado su cultivo de forma masiva. Todo ese proceso espero que me lleve entre 1 a 2 años a partir de ahora. Así que, a lo largo de este recorrido, cualquier sugerencia o documento que pueda ayudar a enriquecer esta historia serán bienvenidos.



Algo de historia. El cacao prehispánico

Del árbol del cacao, Theobroma cacao, originario de Sudamérica, ya parece que  se preparaba de sus frutos una bebida consumida por los mayas y los aztecas. Entre las pruebas más antiguas de su uso se encuentran las vasijas de cerámica de Ecuador en las que se han encontrado restos de cacao. Estos datan del período comprendido entre el 3500 y el 3300 a.C.

Para encontrar el significado de la palabra cacao se ha de recurrir a la lengua maya: Cac que en lengua maya quiere decir rojo (en referencia al color de la cáscara del fruto) y Cau que expresa las ideas de fuerza y fuego.


Mazorcas de cacao cosechadas


La palabra náhuatl “cacahuatl” pasó al español como cacao y casi sin modificaciones del español a los demás idiomas del mundo. En cuanto al término español “chocolate”, se deriva del azteca “xocoatl” que significa “aguada de cacao”. El término Theobroma, que en griego significa “alimento de dioses”, fue empleado en 1753 por Carl von Linné, como término científico para denominar este árbol

En la cultura olmeca también se utilizaba esta bebida. La zona de asentamiento de los olmecas se encontraba en las tierras bajas húmedas de la costa del Golfo de México, en Tabasco y en la parte sur de Veracruz. Dado que los olmecas también tenían una fuerte influencia en las culturas circundantes y comerciaban con ellas, es probable que los pueblos vecinos también conocieran el chocolate. Así pues, los mayas también lo habrían conocido a través de ellos. La palabra "cacao", pronunciada "kakawa", formaba parte del vocabulario olmeca hacia el año 1000 a.C. Debido a la falta de restos de esa época, probablemente nunca sabremos cómo preparaban el chocolate y quiénes lo bebían. No se sabe si la bebida se elaboraba con la pulpa de la fruta o con los granos de cacao, aunque algunas investigaciones apuntan a que probablemente era una bebida alcohólica elaborada con la pulpa y que se bebía en ocasiones especiales.

Códice Nuttall, representación de dos reyes de la cultura mixteca compartiendo una bebida de chocolate.


En Centroamérica la evidencia más antigua de cacao hasta la fecha se encontró en vasijas de arcilla de Honduras. La teobromina, una sustancia que sólo se encuentra en el cacao en América Central, se encontró en los fragmentos de vasijas que datan de alrededor de 1150 a.C. 

Un fruto que se come y es moneda al mismo tiempo. Descubrimiento por los españoles

El cacao funcionó como moneda en la época prehispánica porque cumple con los requisitos que debe tener un objeto para ser utilizado como tal. Desde el punto de vista físico el cacao se cultiva en condiciones especiales, por lo tanto, no cualquiera podía tener acceso a él, lo que facilitó su regulación por un grupo social privilegiado; es fragmentario, se puede contar, almacenar, transportar, comer y ofrecer a los dioses, es decir que contaba con un valor intrínseco en aquella sociedad. Debido a sus características y propiedades este “objeto precioso” se sacraliza en la época prehispánica, y al estar vinculado con los dioses, la nobleza (que es representante de los dioses) encuentra en él un medio de poder eficaz. 

Parece que fue en el cuarto viaje de Cristóbal Colón, que comenzó el 9 de mayo de 1502 y le llevó a Guanaja el 15 de agosto de 1502, en que fue el primer europeo que encontró cacao. Cuentan que ese día, Colón se encontró con una canoa maya completamente cargada. La hizo abordar y trasladar su tripulación y la carga a su carabela. Los españoles observaron que allí donde caía un grano de cacao, varios nativos se agachaban inmediatamente a recogerlo. Sin embargo, parece que nunca probó el chocolate. 

La escasez de la moneda metálica en algunas colonias españolas en América fomentó la pervivencia de algunos elementos del sistema de intercambio de las culturas prehispánicas, los cuales fueron utilizados tanto por indígenas como por españoles. Uno de los objetos que con mayor frecuencia se utilizó como moneda tanto en la época prehispánica como en la época colonial, fueron los granos de cacao, los cuales después de la época prehispánica siguieron siendo utilizados para transacciones de baja denominación. En esa época, en el altiplano central de México, el cacao funcionaba como moneda en los mercados, pero su funcionamiento junto con otros usos en la cultura de Mesoamérica también estaba relacionado con lo sagrado.

Habas de cacao y monedas


Las características que tiene el cacao para ser utilizado como moneda en la época prehispánica radica en que no todos podían tener acceso a él, sólo la nobleza, los principales y los mercaderes. Se podía transportar de una manera fácil, así como conservar y almacenar. 

Desde que Hernán Cortés llegó al altiplano central describió la función del cacao en aquella sociedad como una moneda, al igual que la mayoría de los cronistas. Debido a que en un principio no fue suficiente ni la cantidad de monedas que traían los conquistadores ni el cargamento de reales que envió Carlos V en 1523, Cortés pagó a los soldados tanto con cacao como con unas monedas que hicieron de unos discos de oro fundidos y rebajados con cobre a los que se les llamó tepuzque y después chapuza, sinónimo de “embuste o mentira”.

El cronista de principios del siglo XVII, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés al escribir sobre los nicarao (indígenas mayas de Nicaragua) relata el valor del cacao como moneda: “entre los nicarao un conejo valía diez almendras, por cuatro almendras dan ocho pomas o nísperos de aquella excelente fruta que ellos llaman munoncapot, con diez, se paga la compañía de una dama y un esclavo vale más o menos cien almendras” (Granados 2017).

Las habas (granos o almendras) de cacao resultaban especialmente útiles para fraccionar moneda metálica acuñada por los españoles, cuyo poder adquisitivo era tan elevado, que hacía difícil dar la vuelta tras una compra. Aún en el siglo XVIII seguían estableciéndose tales equivalencias, valiendo medio real entre 80 y 100 granos de cacao. 

En Europa se encomiaba el uso de cacao-moneda como la mejor forma de evitar el pecado de la codicia, dado que la naturaleza perecedera del cacao impediría las ansias de acumulación que caracterizaban al avaro. En el imperio Inca, aún conociendo el oro y la plata, que se valoraba en su vertiente estética, jamás se acuñó moneda metálica. 

Las características ideales de la moneda perfecta suelen definirla como portátil, canjeable, duradera, asequible, disponible y fiable.

Conforme se fue integrando la sociedad de la Nueva España, el cacao se siguió utilizando como principal moneda fraccionaria en las relaciones de intercambio, y debido a que se podían adquirir mercancías con cacao en los mercados, también se pagaba el trabajo de los indios en esta moneda. En Acatlán (México), por ejemplo, el día de trabajo de un indio en la sementera (vivero) se pagaba a 25 cacaos por día.

Tabla

Descripción generada automáticamente 

La pervivencia del cacao que fue utilizado como moneda por toda la población en la época colonial, se debió en buena medida a que su producción podía seguir siendo regulada por las autoridades españolas, porque en realidad cumplía cabalmente con su función como moneda. Además seguía siendo valorado por los indígenas como medio de intercambio y la casa de moneda tenía como prioridad acuñar los metales para controlar su exportación a España.


Lienzo de Tlaxcala, del siglo XVI muestra a la india Malinche traduciendo la lengua de los mexicas a Cortés


2 comentarios:

  1. Hola, me gusta tu relato, lo encuentro interesante y atrayente. Gracias por compartirlo

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  2. Gracias. Ya estoy preparando los siguientes. Como más avanzo en la elaboración, más disfruto.

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