Fueron tantas las cosas que ví en los días que estuve en el
Amazonas, que resultaba difícil plasmarlas en una sola entrada del blog. Por
eso aquí va una última tanda de las fotos con un breve texto para cada una.
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Muchas casas estaban pintadas con alegres colores y motivos que te permiten imaginar cómo debía ser esto antes de que el ser humano empezara a arrasar con todo. |
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Otra casa estaba pintada recordando la vida del manatí, un animal en peligro de extinción, los que han sido cazados tradicionalmente por su grasa y su carne, aunque hace años que la especie está protegida, por lo que la pérdida de hábitat es ahora mismo su principal amenaza. |
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La alcaldía de Puerto Nariño, otro edificio de madera y pintado en colores alegres |
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Algunas de las casas de los habitantes de esta zona suelen ser construcciones sencillas, en madera, sobre pilares para evitar la humedad del suelo, con una sala donde poder dormir y cerrar por la noche y un porche abierto, para que circule el aire y se seque la ropa, siempre húmeda. No debe faltar la antena para ver la televisión. |
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Cuando el agua está en reposo y te mueves sin motor, se reflejan las plantas en el agua creando un espejo que multiplica la sensación de estar en un entorno mágico. Al fondo se puede ver la cabaña flotante que sirve de control a la zona indígena del lago Tarapoto. |
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Una cabaña gestionada por la comunidad Tikuna en el lago Tarapoto, donde si vuelvo me gustaría quedarme para sentirme envuelto de selva. Si a alguien le interesa ir, tengo el contacto. |
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Todas las mañanas se improvisaba un pequeño mercado en Puerto Nariño donde se vendían las pocas frutas cosechadas, algún pescado e incluso madera para el fuego. Me decían que los vendedores suelen venir de Perú, de la ribera que está enfrente, ya que allí se practica más la agricultura que a este lado del río. Lo que más me llamó la atención fue el tamaño de la piña, que seguro es una antigua variedad selvática. |
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Dentro del bosque se encuentran algunos árboles de cacao, de gran altura, sembrados quien sabe cuando y que la gente casi no comercializa, más bien lo recogen cuando está maduro y chupan sus granos absorbiendo el mucílago dulzón. |
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En este lugar todo es grande, aunque también hay animales pequeños, en realidad hay de todo, pero en su arte, los hacen grandes para que se vean bien |
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Esta rana verde y amarilla es al parecer una variedad venenosa que no es fácil de observar. Abner, mi guía, me contaba que hay gente que pasa varios días en la selva intentando verla y no lo consigue y yo caso la piso ¡! |
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Después de despertarla en su agujero con un palito, esta tarántula salió a ver que pasaba. Hecha la foto la dejamos en paz. |
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Esta rana adulta minúscula yo nunca la hubiera visto. Por suerte iba con Abner. |
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Los atardeceres podían tener varias coloraciones. Las nubes y el calor del día te daban indicaciones de si la lluvia estaba más o menos cerca. De lo que no había duda es de que habría lluvia. |
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Para que no quede ninguna duda y como denuncia del daño que se sigue haciendo a los pocos lugares que deberían mantenerse vírgenes, aquí se ven las cajas de Gramoxone (Paraquat) que iban de Colombia a Perú. Este producto es fabricado por Syngenta Group, una empresa multinacional suiza de biotecnología fabricante de productos químicos para la agricultura, y actualmente el grupo empresarial de agroquímica más grande del mundo. Una parte de este producto acabará en el río y seguirá contaminando toda la cadena trófica mientras las autoridades miran hacia otro lado. Este producto está prohibido en Europa desde 2007 pero al parecer se sigue comercializando en países donde la vida de las personas importa menos. |
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Desde el balcón del hotelito donde me quedaba, mientras la ropa intentaba secarse a pesar de la alta humedad, yo practicaba mi deporte favorito, mecerme en la hamaca, pensando, leyendo y mirando fluir el Amazonas, majestuoso e imparable. |
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Y si desde el suelo es imponente, ver desde el aire esta masa vegetal surcada por ríos caudalosos te deja sólo intuir una parte de esta inmensidad, cuya protección y conservación debería convertirse en objetivo de toda la humanidad para que pueda seguir funcionando como uno de los pulmones que nuestra tierra tanto necesita. |
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