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domingo, 4 de febrero de 2024

Chocolates

 

Árbol de cacao en mi casa

Sin casi darme cuenta, he vuelto a la normalidad, del Amazonas a mi casa, sin notar el jet lag, quizás porque mentalmente ya vuelvo a estar de viaje. Hoy me he bañado en el mar en el Puerto de La Cruz, que, sin ser el Caribe, el sol calentaba como si lo fuera. Por la tarde me he echado una siesta en mi hamaca, mientras el sol me daba en la cara, así que tampoco estoy tan lejos de lo que he hecho en los últimos meses.

Tengo al lado de mi hamaca el árbol de cacao, probablemente el único que hay en toda Canarias a más de 500 msnm. Tumbado, leo sobre mis próximos destinos, Uganda y Madagascar. En ambos países quiero recorrer sus territorios y disfrutar de la naturaleza y los animales que sólo se pueden ver en el continente africano. Además, quiero visitar plantaciones de cacao, lo que se ha convertido en un must de mis viajes. Después aprovechando que estoy por esas tierras iré visitar a un amigo a Maputo y si coincide que él tenga algunos días libres, la idea es ir a hacer un safari a Sudáfrica. Así que tendré que echarme varios ratos en mi hamaca para procesar todo esto y para que el tiempo hasta subirme al avión sea sólo de transición.

Pero mientras, voy a intentar plasmar aquí algo que tengo en mente hace tiempo y que nunca encontraba el momento de hacer. Siento a veces que tengo muchas ideas, pero en el paso de la cabeza a mis manos, debe haber algún tipo de embudo que no permite que las ideas se conviertan en hechos a la misma velocidad. Hay que tener paciencia, pero como dice un amigo mío: Señor dame paciencia, pero ¡¡DÁMELA YA¡!

La idea viene de que en algunas charlas que he dado, la gente me dice que con tantas marcas diferentes que hay de chocolate, es difícil saber cuál es la mejor para comprar y me preguntan por alguna marca que les pueda recomendar. Así que voy a intentar plasmar en un sistema que iré mejorando con el tiempo los criterios para diferenciar unas tabletas de otras y así podernos decidir por la mejor. No voy a valorar el chocolate en cuanto al sabor, por un lado, porque a mí casi todo el chocolate me sabe bien y por otra parte porque no soy catador de chocolate. Lo voy a hacer desde el punto de vista de la información que proporciona cada fabricante, en base a los sucedáneos o no que utiliza para abaratar sus costes (que no el precio), de algunos sellos de sostenibilidad que casi ni se sostienen sobre el papel, de certificados de comercio justo y de agricultura ecológica, de si indica la procedencia o no, de su precio, entre otros. A continuación van los criterios que he seguido y que espero ir mejorando con el tiempo.

Peso: Voy a valorar sólo tabletas de chocolate de 100 gr o similares, sin meterme con bombones ni otros preparados con cacao.

Porcentaje: normalmente sólo valoraré tabletas de un 70% o más de cacao. Por una parte, porque son las más sanas ya que tienen menos azúcar y menos cantidad de sucedáneos. Si como en esta ocasión hay alguna de menos, sólo será para que se tenga claro que en realidad no se sabe muy bien que se está comiendo.

Precio: aunque es un factor que se valora a la hora de comprar -como más barato mejor- aquí va a ser valorado de forma inversa. Como más barato, menor es el precio que se paga a los productores. Como norma, los chocolates de un 70% de cacao, en una tableta de 100 g que cueste menos de 2 €, el productor ha recibido no más de 10 céntimos de euro por el equivalente en cacao, quizás 15 céntimos si es de comercio justo o ecológico. El resto se lo quedan la cadena de intermediarios, el fabricante y sobre todo el distribuidor.

Certificación: se valora especialmente las certificaciones de comercio justo como Fairtrade y otras, ya que son las únicas que aseguran un pequeño sobreprecio a los productores y que se inviertan en aspectos sociales. También la certificación ecológica es un plus, ya que los productores también reciben un sobreprecio, aunque a veces las certificadoras sólo se ocupen de que se cumpla la norma ecológica y no les importe tanto las cuestiones sociales. Algunas empresas multinacionales, como es el caso de la tableta de Nestlé, han establecido su propia certificación de sostenibilidad, que para mí forma parte del green washing y no es creíble. Es cierto que como dicen en su envoltorio o en su página web, han distribuido plantas de cacao de alto rendimiento a los productores (algo cuestionable ya que por un lado estas plantas necesitan de un paquete tecnológico no asequible por muchos productores y por otro lado porque con ello intentan asegurarse el suministro con estas “donaciones”). Aseguran comprar cacao 100% certificado, cuando los volúmenes totales que manejan superan en mucho la cantidad de cacao certificado que hay en oferta (a menos que certifiquen ellos mismos, o sea que son como Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como).

La certificación Rainforest ha perdido credibilidad ya que al entrar las multinacionales en este concepto han rebajado en mucho sus exigencias como por ejemplo sólo exigir 5 árboles de sombra en una hectárea de cacao, lo que es una auténtica barbaridad.

Pasta/manteca de cacao: Estos son los dos ingredientes principales del cacao. La manteca se usa sobre todo para mejorar la untuosidad del chocolate. Cuando el fabricante no da los porcentajes y además añade sucedáneos, no podemos tener confianza en ese chocolate.

Cacao desgrasado: es cacao en polvo del que se usa para hacer cacaos solubles. Se valora negativamente su uso por los tratamientos que recibe.

Azúcar: Cuando el chocolate sólo lleva cacao y azúcar y se indican las proporciones de cada uno, entonces sabemos de que estamos hablando. Cuando no se dan estos datos, cualquier cosa es posible y el engaño está asegurado

Lecitina de soja/Grasa láctea: El gran engaño del chocolate. Se usan para reducir la cantidad de cacao y abaratar los costes del fabricante, pero no necesariamente al consumidor. Aunque sea legal, es un engaño ya que la gente no suele saber que está comiendo un sucedáneo ni en que proporción.

Aroma natural/vainilla: Esto tampoco está nada claro. Cuando no especifican exactamente que es y en qué cantidad es que hay gato encerrado. La vainilla natural se usa como saborizante al cacao desde hace tiempo, pero también para enmascarar el cacao de mala calidad y darle un sabor uniforme. Como la vainilla natural también es cara, se suele usar vainillina, un compuesto químico con sabor a vainilla que cumple la misma función. También se valora negativamente.

Procedencia: la mayoría de los chocolates fabricados por la gran industria es una mezcla de diversas procedencias, según la oferta del mercado y que luego mezclan en sus factorías. No indicar la procedencia es sinónimo de mala calidad, de grandes cantidades compradas en cualquier parte, sin importar ni quien ni como se ha producido. Las pequeñas empresas si suelen tener ese contacto más directo y muchas veces establecen vínculos con asociaciones de productores lo que les da cierta seguridad, también en el precio a ambas partes. Un ejemplo de ello es el bean to bar, aunque merece un análisis diferenciado y sobre lo que intentaré profundizar dentro de un tiempo, ya que tampoco está asegurado que el productor reciba un mejor precio.


CONCLUSIONES

Aldi

Ya hace tiempo, cuando estaba trabajando con cacao en Togo, mi amigo Manolo me preguntó como era posible que Aldi vendiera el chocolate tan barato y además a veces, hasta certificado como en los dos casos de este ejemplo. Sólo se me ocurre una respuesta; trabajando con fabricantes que presionan a los productores para obtener los precios más bajos y con una calidad más que cuestionable.

El otro chocolate que distribuye Aldi, de GUTbio, aunque tiene mejor puntuación y es de comercio justo y ecológico, no se conoce su procedencia. Al mismo precio que el de Nestlé (aunque este tiene algo más de peso) significa que tampoco pagan muy bien a los productores. Yo le pondría a este chocolate al menos un gran interrogante.

La isleña

Una marca que no conocía y que se produce en Gran Canaria. Obviamente no la volveré a comprar. No me merece ninguna confianza.


Nestlé

Seguiré analizando alguna tableta más de Nestlé, pero no creo que cambie mucho más lo que tienen que ofrecer. Mi propuesta: NO COMPRES CHOCOLATES DE ESTA MARCA.

Ethiquable

Esta marca de comercio justo y además ecológico se lleva de momento la mejor puntuación. Explican en el envoltorio de donde viene el cacao (cooperativa de 400 miembros en Madagascar), dan datos claros y concisos del contenido, no tiene aditivos. Y además tiene una paleta de cacaos de diferentes orígenes que voy a seguir probando. La conclusión es que hay que incorporar este tipo de chocolates en nuestra cesta de la compra y aunque sean algo más caros creo que vale la pena apoyar estas iniciativas. Yo intentaré averiguar si tienen datos o los proporcionan sobre que porcentaje del precio del cacao va a parar al productor. Sería el dato que me faltaría para ponerles un 100.


Nota final

Los datos se basan en lo indicado en las tabletas por los fabricantes y mi apreciación objetiva y en algunos casos subjetiva de los mismos. 

Si tienes alguna marca de chocolate que te guste especialmente, mándame una foto que se vea bien la composición y dime el precio y la incorporo a la lista que irá haciendo.

Y cualquier anotación y comentario respecto a esta tabla es bienvenida.


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