Árbol de cacao en mi casa |
Sin casi darme cuenta, he vuelto a la normalidad, del Amazonas a mi casa, sin notar el jet lag, quizás porque mentalmente ya vuelvo a estar de viaje. Hoy me he bañado en el mar en el Puerto de La Cruz, que, sin ser el Caribe, el sol calentaba como si lo fuera. Por la tarde me he echado una siesta en mi hamaca, mientras el sol me daba en la cara, así que tampoco estoy tan lejos de lo que he hecho en los últimos meses.
Tengo al lado de mi hamaca el árbol de cacao, probablemente
el único que hay en toda Canarias a más de 500 msnm. Tumbado, leo sobre mis
próximos destinos, Uganda y Madagascar. En ambos países quiero recorrer sus
territorios y disfrutar de la naturaleza y los animales que sólo se pueden ver
en el continente africano. Además, quiero visitar plantaciones de cacao, lo que
se ha convertido en un must de mis viajes. Después aprovechando que
estoy por esas tierras iré visitar a un amigo a Maputo y si coincide que él
tenga algunos días libres, la idea es ir a hacer un safari a Sudáfrica. Así que
tendré que echarme varios ratos en mi hamaca para procesar todo esto y para que
el tiempo hasta subirme al avión sea sólo de transición.
Pero mientras, voy a intentar plasmar aquí algo que tengo en
mente hace tiempo y que nunca encontraba el momento de hacer. Siento a veces
que tengo muchas ideas, pero en el paso de la cabeza a mis manos, debe haber
algún tipo de embudo que no permite que las ideas se conviertan en hechos a la
misma velocidad. Hay que tener paciencia, pero como dice un amigo mío: Señor
dame paciencia, pero ¡¡DÁMELA YA¡!
La idea viene de que en algunas charlas que he dado, la
gente me dice que con tantas marcas diferentes que hay de chocolate, es difícil
saber cuál es la mejor para comprar y me preguntan por alguna marca que les
pueda recomendar. Así que voy a intentar plasmar en un sistema que iré
mejorando con el tiempo los criterios para diferenciar unas tabletas de otras y
así podernos decidir por la mejor. No voy a valorar el chocolate en cuanto al
sabor, por un lado, porque a mí casi todo el chocolate me sabe bien y por otra
parte porque no soy catador de chocolate. Lo voy a hacer desde el punto de
vista de la información que proporciona cada fabricante, en base a los
sucedáneos o no que utiliza para abaratar sus costes (que no el precio), de algunos
sellos de sostenibilidad que casi ni se sostienen sobre el papel, de
certificados de comercio justo y de agricultura ecológica, de si indica la
procedencia o no, de su precio, entre otros. A continuación van los criterios
que he seguido y que espero ir mejorando con el tiempo.
Peso: Voy a valorar sólo tabletas de chocolate de 100
gr o similares, sin meterme con bombones ni otros preparados con cacao.
Porcentaje: normalmente sólo valoraré tabletas de un
70% o más de cacao. Por una parte, porque son las más sanas ya que tienen menos
azúcar y menos cantidad de sucedáneos. Si como en esta ocasión hay alguna de
menos, sólo será para que se tenga claro que en realidad no se sabe muy bien
que se está comiendo.
Precio: aunque es un factor que se valora a la hora
de comprar -como más barato mejor- aquí va a ser valorado de forma inversa.
Como más barato, menor es el precio que se paga a los productores. Como norma,
los chocolates de un 70% de cacao, en una tableta de 100 g que cueste menos de
2 €, el productor ha recibido no más de 10 céntimos de euro por el equivalente
en cacao, quizás 15 céntimos si es de comercio justo o ecológico. El resto se
lo quedan la cadena de intermediarios, el fabricante y sobre todo el distribuidor.
Certificación: se valora especialmente las
certificaciones de comercio justo como Fairtrade y otras, ya que son las únicas
que aseguran un pequeño sobreprecio a los productores y que se inviertan en
aspectos sociales. También la certificación ecológica es un plus, ya que los
productores también reciben un sobreprecio, aunque a veces las certificadoras
sólo se ocupen de que se cumpla la norma ecológica y no les importe tanto las
cuestiones sociales. Algunas empresas multinacionales, como es el caso de la
tableta de Nestlé, han establecido su propia certificación de sostenibilidad,
que para mí forma parte del green washing y no es creíble. Es cierto que
como dicen en su envoltorio o en su página web, han distribuido plantas de cacao
de alto rendimiento a los productores (algo cuestionable ya que por un lado
estas plantas necesitan de un paquete tecnológico no asequible por muchos
productores y por otro lado porque con ello intentan asegurarse el suministro
con estas “donaciones”). Aseguran comprar cacao 100% certificado, cuando los
volúmenes totales que manejan superan en mucho la cantidad de cacao certificado
que hay en oferta (a menos que certifiquen ellos mismos, o sea que son como
Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como).
La certificación Rainforest ha perdido credibilidad ya que al
entrar las multinacionales en este concepto han rebajado en mucho sus
exigencias como por ejemplo sólo exigir 5 árboles de sombra en una hectárea de
cacao, lo que es una auténtica barbaridad.
Pasta/manteca de cacao: Estos son los dos
ingredientes principales del cacao. La manteca se usa sobre todo para mejorar
la untuosidad del chocolate. Cuando el fabricante no da los porcentajes y
además añade sucedáneos, no podemos tener confianza en ese chocolate.
Cacao desgrasado: es cacao en polvo del que se usa
para hacer cacaos solubles. Se valora negativamente su uso por los tratamientos
que recibe.
Azúcar: Cuando el chocolate sólo lleva cacao y azúcar
y se indican las proporciones de cada uno, entonces sabemos de que estamos
hablando. Cuando no se dan estos datos, cualquier cosa es posible y el engaño
está asegurado
Lecitina de soja/Grasa láctea: El gran engaño del
chocolate. Se usan para reducir la cantidad de cacao y abaratar los costes del
fabricante, pero no necesariamente al consumidor. Aunque sea legal, es un
engaño ya que la gente no suele saber que está comiendo un sucedáneo ni en que proporción.
Aroma natural/vainilla: Esto tampoco está nada claro.
Cuando no especifican exactamente que es y en qué cantidad es que hay gato
encerrado. La vainilla natural se usa como saborizante al cacao desde hace
tiempo, pero también para enmascarar el cacao de mala calidad y darle un sabor
uniforme. Como la vainilla natural también es cara, se suele usar vainillina,
un compuesto químico con sabor a vainilla que cumple la misma función. También
se valora negativamente.
Procedencia: la mayoría de los chocolates fabricados
por la gran industria es una mezcla de diversas procedencias, según la oferta
del mercado y que luego mezclan en sus factorías. No indicar la procedencia es
sinónimo de mala calidad, de grandes cantidades compradas en cualquier parte,
sin importar ni quien ni como se ha producido. Las pequeñas empresas si suelen tener
ese contacto más directo y muchas veces establecen vínculos con asociaciones de
productores lo que les da cierta seguridad, también en el precio a ambas partes.
Un ejemplo de ello es el bean to bar, aunque merece un análisis
diferenciado y sobre lo que intentaré profundizar dentro de un tiempo, ya que
tampoco está asegurado que el productor reciba un mejor precio.
CONCLUSIONES
Aldi
Ya hace tiempo, cuando estaba trabajando con cacao en Togo, mi amigo Manolo me preguntó como era posible que Aldi vendiera el chocolate tan barato y además a veces, hasta certificado como en los dos casos de este ejemplo. Sólo se me ocurre una respuesta; trabajando con fabricantes que presionan a los productores para obtener los precios más bajos y con una calidad más que cuestionable.
El otro chocolate que distribuye Aldi, de GUTbio, aunque tiene mejor puntuación y es de comercio justo y ecológico, no se conoce su procedencia. Al mismo precio que el de Nestlé (aunque este tiene algo más de peso) significa que tampoco pagan muy bien a los productores. Yo le pondría a este chocolate al menos un gran interrogante.
La isleña
Una marca que no conocía y que se produce en Gran Canaria. Obviamente
no la volveré a comprar. No me merece ninguna confianza.
Nestlé
Seguiré analizando alguna tableta más de Nestlé, pero
no creo que cambie mucho más lo que tienen que ofrecer. Mi propuesta: NO
COMPRES CHOCOLATES DE ESTA MARCA.
Ethiquable
Esta marca de comercio justo y además ecológico se lleva de
momento la mejor puntuación. Explican en el envoltorio de donde viene el cacao
(cooperativa de 400 miembros en Madagascar), dan datos claros y concisos del
contenido, no tiene aditivos. Y además tiene una paleta de cacaos de diferentes
orígenes que voy a seguir probando. La conclusión es que hay que incorporar
este tipo de chocolates en nuestra cesta de la compra y aunque sean algo más
caros creo que vale la pena apoyar estas iniciativas. Yo intentaré averiguar si
tienen datos o los proporcionan sobre que porcentaje del precio del cacao va a
parar al productor. Sería el dato que me faltaría para ponerles un 100.
Nota final:
Los datos se basan en lo indicado en las tabletas por los fabricantes y mi apreciación objetiva y en algunos casos subjetiva de los mismos.
Si tienes alguna marca de chocolate que te guste especialmente, mándame una foto que se vea bien la composición y dime el precio y la incorporo a la lista que irá haciendo.
Y cualquier anotación y comentario respecto a esta tabla es
bienvenida.
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