Este país, Birmania, me quedó
pendiente de mi último viaje hace 7 años, así como Chiang Mai, en Tailandia,
así que aproveché para ver ambos lugares. Chiang Mai no me dio ni frio ni
calor, en cambio Birmania, sí.
De Chang Mai a Myanmar fui
en bus, lo que fue un regalo por lo bonito del paisaje comparado con la parte
tan llanamente aburrida de Camboya donde vivo. Quería pasar el puente entre
ambos países, 400 metros caminando, aunque nada que ver con el inigualable
puente entre Panamá y Costa Rica. Pasar fronteras a pie suele tener algo de
aventura, aunque en este caso todo fue como un guante. El oficial de
inmigración en Myanmar fue muy amable y me regaló incluso un refresco.
Mi primer destino era
Mawlamyne y no sabía si podría llegar en el día, pero si, nada más cruzar me
conseguí un taxi compartido que voló por la carretera y llegó antes del
anochecer a mi destino.
La carretera, en casi toda
su extensión en construcción y mejora, antes era de una sola vía y para evitar
atascos solo dejaban circular un día en un sentido y un día en el otro. Todavía
siguen habiendo algunos pasos bastante precarios.
Por la noche ceno en un
puesto del mercado nocturno, al borde del río, y me gusta la comida, lo que ya
es buena señal. Aunque la ciudad tiene algunas casas coloniales de la época, no
acaba de darme una idea de lo que inspiró a George Orwell y Rudyard Kipling a
escribir sus famosos poemas en Myanmar.
Mawlamyne y vista de la cárcel construida por los ingleses |
Ahora es temporada baja y
todo el rato tengo la sensación de ser el único turista, tanto en el bus como
en el hotel. Me cojo un motorista que por un precio módico me lleva a ver
varias cosas, insistiendo en que vaya a los monasterios donde me dice que
algunos extranjeros se quedan hasta 10 años meditando. Va a toda pastilla con
su moto y cuando le digo que corre demasiado, sólo se ríe. Si vais y os
contacta Mr. Zaw Win, que es como se llama, no os montéis con él.
Mr Zaw Win. Debajo del casco me asoma un trozo de cartón que el jodido me puso para que no se lo sudara y al final quedó hecho una pasta y mi frente toda entumecida !! |
Mi primera impresión del país es de que está en plena construcción, casas y
edificios por todas partes, así como nuevas carreteras y ampliaciones de las
existentes. De aquí me voy a Mandalay porque todavía no tengo muy claro que
hacer ni adonde ir. Me cuesta decidirme por los sitios famosos por las
reliquias y templos budistas, que de todas formas están por todas partes, ya
que ni entiendo esta cultura pasada, ni la presente, mayoritariamente budista, que te obliga a
descalzarte en los templos y por otra parte no tiene ningún reparo en expulsar
y matar a los rohingas de su país. En Mandalay es donde al parecer el
movimiento anti musulmán es más fuerte, con uno de los líderes budistas de la
ciudad al frente, aunque de esto yo no veo nada, sólo es lo que leo.
Uno de los caóticos puertos de Mandalay, donde te puedes embarcar hacia Mingun |
Es la época más caliente del
ano, y en Mandalay la temperatura llega a los 40 grados. Me alquilo una
bicicleta y mientras pedaleo por la ciudad los labios se me quedan pegados
cuando dejo de humedecerlos con la lengua.
Mawlamyne |
Iba a ser la base para el buda mas grandel mundo y se ha quedado en una de las mayores aglomeraciones de ladrillos existente (Mingun) |
Pájaro - león herido de muerte por la naturaleza (Mingun) |
Y en Birmania volví a encontrarme con numerosos y enormes ejemplares de nim, dando sombra y bajo los cuales daba gusto tomarse un buen jugo de cana (Mingun) |
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