Esperando al corona en Kuma Konda |
Hoy he salido de mi
letargo “coronavirus” y me pongo por lo menos a escribir esto y ordenar un poco
mis ideas. Llevo varios días sin trabajo (nuestra organización ha suspendido
todas nuestras actividades en el país) leyendo cada 5 minutos el periódico
digital e intentando entender lo que está pasando. Por ser persona de riesgo
(lo de la edad no perdona) me han propuesto poder regresar a Europa, en alguno
de los últimos aviones que salían hasta hoy, jueves. De momento me quedo y las
razones, entre otras, más abajo.
Cuando todo esto acabe,
todos seremos más listos, pero yo creo que también ya ahora se pueden aventurar
algunas cosas. Somos demasiados en el planeta y si no es este virus será otro
el que vendrá (no me refiero al otro virus de la Corona, que ese ya lleva
tiempo aquí).
Ahora en Canarias ya no
parece tan lejano lo de “que vamos a comer si hay una guerra”. Esto es como una
guerra y las consecuencias de no poderse autoabastecer más que 3 días quizás se
lleguen a ver pronto, por lo menos en algunos artículos.
Desde el punto de vista
ético y moral seguramente se debe intentar evitar la muerte de cualquiera que
se pueda evitar, aunque seguro que en algún momento se verá si se pone un
límite en la edad. Al final es la economía la que manda y si no al tiempo.
Mis colegas togoleses de
momento todavía se lo toman a broma y la OMS ha tenido que salir al paso para
el conjunto de África diciendo que son falsas algunas teorías como que,
comiendo ajo, bañándose con agua a 65 grados u duchándose con cloro, el virus
no ataca. Si el virus llega aquí, esto puede ser bastante grave.
Pero los togoleses
seguramente se lo toman menos en serio que nosotros porque están más
acostumbrados a la muerte (esperanza de vida de 60 años) y porque al fin y al
cabo nadie les hace tanto caso en otras enfermedades como en la malaria, así
que porque va a ser diferente con el corona. Para ver porque lo relativizan,
aquí algunos datos de la OMS (https://www.who.int/malaria/media/world-malaria-report-2019/es/)
- La mayoría
de los casos de malaria en 2018 se produjeron en la Región de África (213
millones o 93%), seguida de la Región de Asia Sudoriental con el 3,4% de los
casos y la Región del Mediterráneo Oriental con el 2.1%.
- En 2018, se
estimaron 405 000 muertes por
malaria en todo el mundo, comparado con 416 000 muertes estimadas en
2017 y 585 000 en 2010.
- El 94%
de todas las muertes por malaria en 2018 se produjo en la Región de África.
A pesar de ser la región que albergó la mayor cantidad de muertes por malaria
en 2018, también es la región donde se produjo 85% de la reducción de muertes
conseguida globalmente en 2018, 180 000 muertes de menos en comparación
con 2010.
Para que las cifras de
muertes en Europa fueran similares a las de la malaria en África deberían morir
este año unas 240 000 personas por el coronavirus y entonces estaríamos
empatados. Si se pusieran a disposición de África parte de los 200 mil millones
de España, el dinero que se robaron los bancos y parte de lo que van a poner
los otros países para parar la crisis, aquí se podrían hacer maravillas, pero,
no hay que olvidar, que entonces todavía seriamos demasiados.
Togo colonial
Maestro alemán en Togo en 1899 |
A principios de 1900 en las
colonias alemanas, entre ellas Togo, Namibia, Camerún o Tanzania, se intentó establecer
un control sobre los nativos, en los que se les daba un número y debían usar un
solo nombre. Esto resulto imposible dado que se cambiaban a menudo el nombre
con el que se habían inscrito. A mí me parece que esto sigue en la actualidad ya
que muchos de mis colegas tienen el nombre oficial en su cedula de identidad, luego
el católico, además el nombre europeizado que usan para que sea más fácil para
nosotros, el que se ponen en Facebook y en WhatsApp así que muchas veces no se
con quién me estoy comunicando y siempre digo que si por si acaso.
Al colonizar estos países se
intentó alfabetizarlos y transmitirles la cultural alemana, el establecer un
sistema de servicio médico, medidas higiénicas, o la educación para el trabajo,
lo que legitimaba la puesta en vigor de la legislación europea. Las misiones
religiosas, protestantes y católicas, jugaron un especial papel en la
colonización, a veces en contra, actuando contra la esclavitud y otras
reproduciendo en su ámbito los modelos coloniales.
Al igual que ocurre en la
cooperación, las misiones “peleaban” por clientes a los que evangelizar. Las
misiones protestantes mantenían haber bautizado en Togo a 64 000 nativos antes
de la primera guerra mundial mientras los católicos decían haber bautizado a
142 000. Obviamente pasa como en las formaciones que se dan en la cooperación,
que por querer alcanzar cifras altas se deja de lado la calidad, y así se puede
ver hoy el pastel de religiones que hay en África, mezcladas con sus variadas
formas animistas, gracias a esa evangelización “express”.
Llegada de las monjas servidoras del santo espiritu en 1905 a Kpalime y casa donde se hospedaban |
Las misiones eran las encargadas
de poner en marcha el sistema educativo, que hasta entonces se había basado
prácticamente en la tradición oral, a excepción de las escuelas coránicas. Pero
esta enseñanza se basaba sobre todos en enseñanzas practicas sobre labores
agrícolas, lecturas rudimentarias de la biblia y algunas nociones básicas de la
cultura europea. Las culturas locales no eran tenidas en cuenta, con la
excepción de Togo, donde se enseñaba en Ewe. Solo se enseñaba a nivel de
primaria, no había estudios secundarios y ni pensar en la universidad.
También Alemania quería
establecer un sistema de comunicación básico con las habitantes de las colonias.
Para ello se pretendía enseñar un vocabulario sencillo de 150 palabras, entre
ellas trabajo, dinero, dios y los números del 1 al 12. Esto permitiría al
colonizado, en un periodo corto de tiempo, cumplir sus obligaciones como un
trabajador, porteador o sirviente útil. Todo ello debía contribuir además a que
la frontera entre colonizador y colonizado quedara claramente establecida (extractos
de “Historia colonial alemana, Sebastián Conrad, 2008”).
Pensando en que solo hace de esto
100 años, primero con los alemanes y luego los franceses que aportaron lo suyo
también, me pregunto cuanto de todo ello influye todavía hoy en día en la forma
de ser de los togoleses, de relacionarse con los blancos y que seguramente
explica en parte su actitud en general servil y sumisa.
Cascada de Wli, la más grande de África del Oeste |
Me decidí a ir a visitar esta
cascada, famosa por ser la más alta de todo el África del Oeste y que está a 54
km de Kpalimé. Como no era época de lluvia no hubo problemas en hacer el
recorrido en moto.
Un par de kilómetros antes de
llegar a la cascada está el puesto fronterizo de Yikpa de Togo. Te ponen el
sello de salida sin ningún problema ni pedir nada a cambio. Después viene 1 km
de tierra de nadie y se llega a la frontera de Ghana. Allí un gendarme te mira
el pasaporte hoja por hoja y cuando no encuentra el visado lo vuelve a repasar
con toda la parsimonia. Le dije que solo quería ir a la cascada y me dijo que
sí, pero que para entrar a Ghana hace falta tener un visado (la entrada a la
cascada está a 1 km de la frontera). Como era navidad, me dijo si yo tendría
esa circunstancia en cuenta y que, si era así, un pequeño obsequio sería
bienvenido. En ese momento opte por el pragmatismo y le pregunte que de cuánto
puede ser el obsequio. Me dijo que 5 000 CFA (8 Euros) y sin rechistar los puse
sobre la mesa ya que me esperaba que fuera más y además no me había pasado más
de una hora tragando polvo sobre la moto para regresar así sin más. Él y su
jefe, que vino a participar en el teatro, creo que también se dieron cuenta de
que podían haber pedido más, pero estoy seguro que esta comedia se repite cada
día y depende de cada ocasión que el precio varíe en más o menos. Obviamente no
te dan un recibo por el obsequio. El gendarme se quedó mi pasaporte para
asegurarse que volviera. A todo esto, hay que decir que en todo momento fueron
muy amables.
Así que seguí hasta la entrada de
la cascada donde hay una recepción donde te explican los tres recorridos que
hay, el corto (el que yo hice), el circular viendo dos cascadas y el largo que
dura algo más de 3 horas.
El precio que pague por la
caminata corta de 30-45 minutos (ida), por un camino bien cuidado y agradable
fue de 20 GH, o sea unos 4 euros, lo que incluye el guía, que se llamaba
Jonathan, un joven de 16 años que no explicaba mucho, aunque no dejaba de
hablar diciendo entre otras cosas que su madre le dijo que nunca le robe a los
turistas (¡ay, si no fuera por las madres!). Le di al final 1000 CFA, no porque
se los hubiera ganado, sino para que se callara.
La cascada es realmente alta y
uno se puede bañar, aunque el agua estaba algo fría. De regreso, al lado de la
recepción, había varias tiendas de artesanías y un restaurante por si uno tiene
hambre. De nuevo en la frontera, recogiendo mi pasaporte sin problemas, me
despedí de los gendarmes diciendo que volvería con unos amigos, de lo que me
dijeron que se alegraban y que ahí estarían esperando. Ahora que ambos
conocemos los precios no hay problema.
Para volver cambié de ruta y fui
por un camino de tierra que no es recomendable para coches y por la que incluso
con la moto tarde una eternidad.
Foto de viejos cazadores de Benín, una estirpe y saber que se va perdiendo |
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