Seguidores

viernes, 2 de agosto de 2024

Por los Parque Nacionales de Uganda

 


Las cataratas de Murchison, nombradas en honor del presidente de la Royal Geographical Society (Reino Unido), alimentadas por el agua que viene del río Nilo Victoria, son una de las más poderosas que existen, al tener que pasar entre unas rocas con solo 6 m de ancho. Al visitarlas no se debe decir al guía que quizás hay otras más poderosas o que el río Nilo no sea el más largo del mundo, que eso todavía está en discusión. No les caerás bien. Los ugandeses son gente muy orgullosa de lo suyo, es algo que he podido notar desde el principio. Además, a pesar de llevar sólo 2 semanas aquí, compartiendo primero todo el día con mis dos guías y luego con más gente con la que he tenido ocasión de conversar, tengo la impresión, comparándolos con los togoleses, que los ugandeses son más serios, menos acuciantes, más reservados….. Además, no muestran afecto en público ni les gusta que otros lo hagan.


En este Parque Nacional de Murchison es donde más animales se encuentran en el país, desde miles de antílopes de varias clases, hasta manadas de elefantes (las orejas del elefante africano tienen la forma del continente africano lo que lo diferencia del asiático) y búfalos, éstos siempre atentos cuando te acercas.


Los temibles hipopótamos se pueden ver por todos lados donde haya agua así como a los facoceros con sus colas levantadas cuando salen corriendo, pero también están los que no se ven, como la tripanosomiasis (mal de Chagas) y las moscas tse-tse, que hicieron que a principios del siglo pasado la población abandonara este territorio. Desde hace algún tiempo han conseguido controlarlos, sobre todo la mosca tse-tse, con unas trampas hechas con mosquitera y telas de color negro y azul que las atrae y en las que acaban cayendo en la parte superior sin poder salir y muriendo deshidratadas.








La temible mosca tse-tse



En el canal de Kazinga, cuando hace calor se puede ver en sus orillas elefantes, hipopótamos, búfalos y a los enormes cocodrilos del Nilo. También vimos un lagarto monitor además de cigüeñas y muchas diferentes aves de las que ni me acuerdo del nombre.


Lo que uno busca ver en estos safaris son sobre todo los grandes depredadores y en los primeros dos días no los conseguíamos ver. Lo que se hace es recorrer las pistas del parque haciendo lo que llaman un “game drive”, que significa algo así como una “conducción al azar”, o sea buscar la suerte de ver animales.

De pronto un leopardo saltó de un árbol y se escondió entre la maleza. Fue como haber visto una sombra por lo que no le pude hacer ninguna foto. Ya hacia el final del día, haciendo un par de maniobras que no puedo contar aquí, conseguimos ver una manada de jóvenes leones, donde uno de ellos ya apunta maneras, rugiendo como aviso, cuando nos acercamos.

Se puede ver como las Euphorbias candelabro sirven para algo más que adornar. La leona que está en el árbol tiene un collar con GPS por lo que es fácil localizarla para los rangers. Al lado tiene a sus cachorros.

Sobre los leones tengo una pequeña anécdota. Primero tengo que decir que Herbert, chofer y guía, además de ser una persona super responsable, muy buen conductor y que sabe muchísimo de la naturaleza en Uganda, tiene además una vista privilegiada que veía cualquier animal a kilómetros de distancia. Mientras, Denis, más joven, tiene menos experiencia y creo que se le pegó algo de la manera cubana por el tiempo que pasó allá. Paramos en una pista del parque a mear y Herbert se quedó al lado de su puerta. Yo antes de bajar le pregunté a Denis si había leones en esa zona y me dijo que no, para nada. Así que me bajé y para no estar al lado de Herbert me fui al otro lado de la pista. Al regresar al coche Herbert me dijo que no me fuera tan lejos del coche la próxima vez. Me extrañó. Nada más arrancar me dice, creo que estoy viendo algo, paró el coche y me señaló a unos 50 metros un punto, donde se veían dos leonas, sólo la cabeza y las orejas por encima de la hierba y que como dijo Denis, estaban en posición de caza. Eran las 7 de la tarde, cuando anochece, la hora en que salen a cazar y a partir de ese momento ya sólo le pregunté a Herbert lo que podía hacer o no.


Mis fotos no son muy buenas porque decidí no llevar ninguna cámara y en cambio hacer las fotos con mi teléfono. Había gente que llevaba cámaras más largas que mi brazo y cuando había algo interesante sólo oías el ruido de los disparos, haciendo decenas de fotos del mismo animal y viéndolos a través del visor. Si yo, que hice pocas fotos, ya tengo problemas para ordenarlas, no sé cómo lo hará esta gente. Yo disfruté viendo a los animales y el par de fotos que hice me ayudan a recordarlo, y para eso no importa la calidad. Además, me queda todavía mucho viaje por delante y quiero ir ligero de equipaje. Con los  12 kg que llevo, a veces todavía pienso que podía haber dejado algo más en casa.

A veces no daba tiempo ni a pensar en hacer la foto, cuando una camada de mangostas cruzaba a toda velocidad la pista, escondiéndose enseguida en sus madrigueras, o una serpiente se escabullía entre la hierba.


En general, después de haber visto hace ya algunos años este tipo de animales en Tanzania, tengo que decir que allí se ven muchos más animales que aquí, pero eso a mis guías tampoco se les podía decir así que sólo lo cuento aquí.

Uganda está plagado de cráteres de volcanes, algunos que forman lagos, unos muy profundos, como este que incluso lo pusieron en su billete de 20 000 shillings (5 €).



Y a uno de estos lagos llegan miles de flamingos desde Kenia, adonde vienen en estado juvenil siendo de color blanco y por el tipo de alimentación existente adquieren aquí su color rosado.  Además, de este lago se extrae sal del suelo con un método muy particular. Fue una experiencia curiosa verlo, algo que primero no me llamaba la atención y luego me resultó de lo más interesante.


Y algunos de los curiosos animales que te encuentras en la sabana, así como las vacas de cuernos largos.



Pero yo vine a Uganda sobre todo a ver primates y cacao ….

2 comentarios: