Barca a Nguna |
Las casualidades hacen que un
lugar te guste más o menos que otro. Quizás algún día vuelva a Fiji (no lo
creo) y lo pueda disfrutar pero de momento no me convenció. Llegué a Port Vila,
capital de Vanuatu al mediodía y siguiendo las indicaciones de la LP me fui a
la terminal doméstica para así tomar un taxi colectivo que sólo por 2 euros me
llevó a la puerta de mi hotel. Estoy en una habitación con 3 camas pero no hay
más compañeros de habitación así que la tengo solo para mí.
Barco |
La recepcionista, Silvia, habla
inglés y francés así que decidimos hablar en francés para cambiar un poco.
Cuando le pregunto que si es peligroso andar de noche me dice que no tanto pero
que si quiero salir esta noche ella va a ir a la celebración del 32 aniversario
de la independencia de Vanuatu. Quedamos para salir a las 8 de la noche cuando
ella acabe su turno y casi a escondidas porque según ella su jefe, que es
chino, no le gusta que haya mucha confianza con los clientes. A sus espaldas,
cuando no la ve, le hace morisquetas mientras el chino le está pegando la
bronca al vigilante de noche. Empezamos a andar pasando por varias calles,
alejándonos del centro, por lugares que yo sé que no volveré encontrar y menos
de noche. Al cabo de media hora se oye música, nos vamos encontrando con cada
vez más gente caminando y coches circulando (lo que aquí vuelven a hacer por la
derecha, con lo que ya acabo totalmente desconcertado y cada vez que cruzo la
calle tengo que mirar en todas las direcciones) y llegamos a un enorme
descampado de tierra. Al día siguiente me entero que se llama Freshwata Field. Y
ahí es donde digo lo que nos gusta decir a todos los turistas (aunque todavía
estoy en el dilema de si definirme como turista o viajero, quizás sea un viatur
(creo que este nombre es de una agencia de viajes) y es que no había otros
extranjeros, o por lo menos yo no los ví. Había gente de todas las islas,
incluso de Nueva Caledonia, bailando y tocando música en una tarima. Es
impresionante ver a esos hombres vestidos con esas faldas hechas de fibras, con
el cuerpo pintado de negro, verde, amarillo y rojo, los colores de Vanuatu,
saltando y golpendo el suelo con los pies, y tenía que ser impresionante en su
momento enfrentarse a ellos, sabiendo que además te quieren comer. En los
bailes también intervienen niños mezclados con los adultos, para que la
tradición no se pierda y destacaba en el grupo de la isla de Tanna uno de unos
3 años del que todo el mundo estaba pendiente (Sorry, but I forgot my camera in
the room and I haven’t pictures. La prochaine fois, j’espere). Cuando ya acabó
la actuación del grupo de Tanna, bajaron del escenario y se fueron a reunir con
un grupo de gente de su isla que viven en la capital y con los que siguieron
cantando y bailando sus canciones entremedio del público en una muestra de que
es un folklore todavía vivo. Viendo toda esa gente reunida, sin casi luces, los
cuerpos negros, me sentí transportado a una fiesta similar en Mauritania, en
uno de los quartiers nombrados a semejanza de los de Paris y donde viven sólo
senegales que trabajan allí. El ambiente, los colores, son muy parecidos.
Gente |
La última actuación
correspondió a un grupo de otra isla que toca esa música que a mi tanto me
gustaba en Fiji, pensando que era típica de allá y que ayer aprendí que es
genuina de Vanuatu. Se trata de un montón de gente, unos 10, que se apelotonan
en el escenario y cantan un tipo de canciones que a mí me parecen una mezcla
del country norteamericano, como el que se escucha en Corn Island y del sonido
hawaiano. Delicioso! Al grupo le llaman una String Band. Al final de la última
actuación Silvia me metió en un taxi-bus con instrucciones para que me dejara en
la puerta del hotel y aquí estoy, después de mi primera noche en este país que
de momento me gusta.
Algo de historia
Las llamadas Nuevas Hébridas
hasta su independencia, hace 32 años, en que pasó a llamarse Vanuatu son un grupo
de unas 80 islas con unos 220 mil habitantes y una superficie total de 12,200
km2 (casi el doble que Canarias). Como idiomas oficiales tienen el bislama,
inglés y francés, además de hablarse otras 100 lenguas locales, lo que lo hace
el país con más idiomas por habitante del mundo pudiéndose encontrar jóvenes
que nunca han ido a la escuela y que hablan hasta 12 diferentes idiomas.
En 1906, para evitar la
influencia alemana en la zona, los gobiernos francés y británico establecieron el Condominio anglo-francés
sobre las Nuevas Hébridas lo que ha llevado que hasta hoy se conserven ambos
idiomas, pero que en su momento duplicó toda la burocracia. Ellos se llaman a si
mismos los Ni-Van así que no hay que estar inventando si Vanuatos ni
Vanuatenses, sólo Ni-Van.
En Vanuatu llueve entre 2000 y
4000 mm al año, así que aunque ahora sea la época seca puede car un chaparrón
en cualquier momento. Parece ser que estas islas se colonizaron hará unos 3000
años, por polinesios que llegaron de las islas centrales del Pacífico en botes
que traían hasta 50 personas, animales vivos y plantas cultivadas en los botes.
Según fueron colonizando islas y bahías, conservaron sus lenguas originales ya
que no tenían contacto entre sí y si lo tenían era para pelearse y comerse unos
a otros. El incremento de la agricultura (hace 2500 años) y por lo tanto de la
población en las islas, propició también el aumento de la práctica del canibalismo.
En 1606 llegó el primero
europeo a las islas, Pedro Fernández de Quirós, un portugués que trabajaba para
la corona española, quien pensó que había llegado a Australia, y no fue hasta
1768 en que Louis-Antoine de Bouganville se dio cuenta de que no era así.
En cada uno de estos países que
he pasado hay historias de la Bounty y de sus marineros en su periplo hacia
Timor, lo que también ocurrió aquí, cuando William Bligh y sus fieles pasaron
cerca de las islas del norte, volviendo al cabo de 3 años para dar fe de su descubrimiento.
Lenguaje
Me gusta el bislama y me da que
es fácil de aprender. Básicamente es como si un español escuchara a un
angloparlante hablar en inglés y lo escribiera tal cual, como a nosotros nos
gusta.
Buenos días = Gudmoning Hasta la vista = mi lukem yu
Gracias =
tankyu tumas Si = Olraet
Hablas inglés =
Yu tok tok Engglis? Perdón, no entiendo= Sore, mi no sabe
Hermana =
Sista Número uno = Nambawan
Perdóne =
skiusmi Por favor = plis
Cuánto ? = hamas
? Adonde vas
? = Yu
go wea ?
1, 2,3…. =
wan, to, tri, fo, faef, sikis, seven, eit, naen, ten
Y algunas en español:
Save = You know Camión
= Truck
Nguna Island
Me decido por irme a la isla de
Nguna, al norte de Efate. Las instrucciones son que hay que esperar un camión
que parará entre las 11 y las 12 del mediodía delante del Hua Store, aunque la
tienda en realidad ahora se llama Ling Ping Store. Está en la calle de los
chinos, muy concurrida. Ser el único extranjero me ayuda a que todos estén
pendientes de mí. Una vez montados en el camión damos varias vueltas por las
afueras de la ciudad para que los pasajeros hagan sus compras en los
supermercados ya que en la isla no hay tiendas. A las 12 más o menos nos
ponemos en camino hacia Emua Wharf, donde llegamos al cabo de 1 hora, pasando
por grandes extensiones de palmerales y lugares desiertos a pie de playa. Allí
nos esperan 2 botes metálicos que llevan a los pasajeros a Pelé, la otra isla
que también tiene bungalows para turistas y a Nguna, adonde yo voy. Me alojo en
Paunvina Guesthouse, en el village de Unakapu, que tiene unos bungalows
bastante nuevos, limpios y con John y Leipokoa que me hacen de anfitriones,
cocinan para mí y se sientan conmigo mientras como. Soy el único huésped en el
lugar ya que los expat, sobre todos aussies, que viven en Port Vila suelen
venir los fines de semana. La comida es magnífica, tres veces al día con lo que
me vuelvo a malacostumbrar y pago por todo 27 euros al día, lo que entra en mi
presupuesto. No hay otras posibilidades de gastar dinero en la isla, sólo
pasear y bañarse. Como algunos vegetales que no he comido nunca e incluso me
atrevo con la papaya, una fruta que siempre he detestado por su olor y que aquí
me parece buena. Quizás el truco está en que la acompañan con unas rodajas de
limón que al exprimir encima de la fruta le da un sabor completamente diferente.
Me acuesto a las 8 de la noche y
me levanto a las 7 de la mañana, con la luz del día y al mediodía tengo que
hacer esfuerzos para no dormir la siesta, ya que no quiero abusar. Dicen que
uno duerme menos con los años pero en mi caso no parece ser así, será que estoy
rejuveneciendo o retrocediendo en el tiempo. No hay luz ni internet y no los
encuentro a faltar, bueno, solo un poco.
Casa comunal en Nguna |
El único día que hace sol aprovecho
para explorar el interior de la isla hacia los pueblos que están hacia el norte,
Malaliu, Mere, Matoa…. La gente me para, me pregunta de dónde soy, cuantos días
llevo aquí, cuanto me quedo y si me gusta Vanuatu. Cuando ya te lo han
preguntado unas 8 veces ya pasas caminando más deprisa cuando ves que alguien
hace intención de pararse y volverte a preguntar lo mismo. En todo este viaje
lo que más he hecho es caminar, que es lo único que todavía es gratis y no se
ha mercantilizado.
Como tengo mucho tiempo y está
lloviendo el último día empiezo a leer el libro de The Beach de Alex Garland en
inglés, que desde mi viaje por Tailandia quería leer y que al parecer está
escrito de una manera muy fácil ya que lo entiendo casi todo. En Filipinas lo
intenté comprar y estaba agotado y en cambio lo he encontrado en el Colonial
Lodge donde me quedaba en Suva. Creo que hay una película basada en este libro
con uno de esos actores famosos como Brad Pitt o similar.
Dormitorio en Port Vila |
No hay comentarios:
Publicar un comentario