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lunes, 16 de julio de 2012

Un poquito mas de Nicaragua


Multas

Cuando llegué a Nicaragua me saqué la licencia de conducir de este país. No es obligatorio pero como se verá más adelante a veces puede ser útil, o no.
Nada más llegar a Nicaragua, a los poquitos días, me paró un policía de tráfico en Managua y me dijo que me podía multar por tres cosas: por haber hecho mal la circunvalación cambiándome de carril en medio de la misma (no le dije que yo estaba en ese momento navegando), por haber entrado a exceso de velocidad (tampoco quise insistirle que yo andaba cabalgando una ola) y otra cosa no la entendí (¿sería por el ruido de las olas?). Finalmente después de decirle que yo era nuevo, que acababa de llegar, que trabajaba en una ONG y poner la máxima cara de bueno que pude, me dejó ir. Además como previamente le había insinuado que si no lo podíamos arreglar de alguna manera y me contestó que en ningún caso se le podía dar dinero a un policía, además de sentirme un poco avergonzado, pensé que estaba llegando a un nuevo país, donde la antigua corrupción estaba dando paso a un hombre nuevo, el nicaragüense íntegro. Me fui contento adornando todavía un poco más todas estas ideas. A los pocos días, yendo de acompañante con un grupo de españoles de la organización con la que trabajaba, asistí a mi primera decepción al ver como se llegaba a un arreglito de pagar 200 Córdobas (10 Euros) para que el policía que nos había parado no pusiera una multa al conductor y le quitara el carnet.
Un mes más tarde, iba yo con un poco de prisa a un viaje de unas tres horas de duración y no quería que se me hiciera de noche por el camino. Cometí el error de adelantar en línea continua en una recta de unos 3 kilómetros a un taxista que más que navegando estaba varado en la carretera y no alcanzaba ni de lejos la velocidad de crucero. Más adelante me esperaban tres policías literalmente escondidos detrás de un árbol, los que me pararon con grandes aspavientos. Aquí aprendes rápido sobre cuando un policía te quiere sobornar o no, ya que empieza a dar vueltas a todo el código de circulación, no saca el bloc de las multas y empieza a escribir algo en un cuaderno cualquiera. Como eran tres me salió un poco caro y pagué 30 Euros. Hay que decir que cuando te para la policía lo primero que hace es pedirte el carnet de conducir y se lo guarda. En caso de que te ponga la multa, te da un papel amarillo, con el que deberás en el plazo máximo de un mes ir al banco a pagar la multa y luego podrás retirar tu carnet de conducir, en alguna de las estaciones de policía, con lo que la posibilidad de que te pierdan el carnet es elevada.
Mi amiga, la Policia

Después de esto, durante bastante tiempo, como unos 6 meses, no me paró la policía, unas veces porque no estaban cuando yo hacía la infracción, otras por suerte, ya que paraban al que iba delante de mí, otras porque llovía y no se querían mojar. Pero cuando ya saboreaba mi buena suerte, yendo para la ciudad de León, nada más salir de Managua me paró un poli y me puso una multa de 400 Córdobas (20 Euros) por haber, según él, invadido un carril que no me correspondía. Hay que decir que muchas veces la policía se pone allí donde saben que la gente incauta comete errores, bien porque la señalización es incorrecta, como por ejemplo no adelantar aunque sea en una recta con buena visibilidad, o como en este caso, porque la señal vertical se rompió o la señal horizontal ya no se ve, pero mucha gente sabe que estaba y sigue respetando la norma. No era mi caso y no discutimos mucho: yo no le intenté sobornar y el tampoco me dijo nada. Se quedó mi carnet y me dio la papeleta amarilla.
A la vuelta de León, esa misma tarde, por la misma carretera, me puse a adelantar a un camión y de pronto de la nada salió un policía, se puso en medio de la carretera y me paró. Para mi desgracia tenía una pistola de infrarrojos que mide la velocidad a la que uno viene aunque estoy seguro que la de él estaba trucada ya que marcaba 101 km/h cuando yo iba por lo menos a 120 km/h, pero no quise discutirle este punto. Cuando le entregué mi papel amarrillo casi le da un ataque de risa. Me dijo que la multa por exceso de velocidad son 1.500 Córdobas más los 400 que llevo acumulados hacen un total de 1.900 Córdobas, más de 100 dólares, o sea, más que el salario mensual de una señora de limpieza o similar a lo que gana un policía como él. Como me quedé sin habla, tomó él la iniciativa y me preguntó que como podíamos arreglarlo. Yo no sabía si se refería a su pistolita de infrarrojos o a qué, así que seguí sin decir nada y entonces, tomándome ya por tonto de remate me dijo que con 200 córdobas podíamos salir todos de allí contentos. Se los di pero puedo asegurar que en ningún momento sentí la alegría anunciada.
Dos semanas después, ya pagué la multa y recogí mi carnet en la comisaría de policía. Pensé que por este año ya había pagado mi cuota a los poderes públicos, pero no. Una semana más tarde, viniendo de Jinotega, ya dentro de Managua, me doy cuenta que estoy en un carril que me obliga a ir a la izquierda y me quiero cambiar. Cuando lo hago me para un policía y no tengo escapatoria. Aunque esta vez según el código tiene razón, me duele más el hecho de que me vuelvan a quitar el carnet que los 400 Córdobas de multa. Me dice que he invadido un carril poniendo prácticamente en peligro la seguridad mundial. Casi me alegro de que me haya visto y podamos evitar semejante desastre. Para más recochineo en la multa me puso como motivo “invación” y pensé si no me estaba haciendo pagar todo lo que les hicieron nuestros antepasados.
Después de pasar 2 semanas en España volví de nuevo calmado y dispuesto a recuperar mi licencia de conducir nicaragüense. Justo 2 días antes de que se venciese el plazo de 1 mes que te dan para pagar la multa, lo hice en el banco y luego fui a la policía. Allí me dijeron que no había llegado todavía la licencia, que hay un ligero atraso y me han dado una prórroga de 1 mes más. Si me para un policía le tengo que enseñar el ingreso del banco donde por la parte de atrás pone a mano que es válido por 1 mes. Finalmente, al cabo de unos días y en contra de todos los pronósticos funcionó y recuperé mi licencia. Ya pude volver a salir a la calle y alegrar un poco el bolsillo de algunos policías y en otros casos del erario público.
Ya en 2010, cuando faltaban 20 días de mi salida del país me volvieron a quitar la licencia, otra vez por “invación”, pero esta vez pusieron “de carril”. Como la multa sustituye a la licencia de conducir durante 30 días, pues ya no me hace falta y les regalo mi carnet nicaragüense, llevándome la multa de recuerdo
En los 4 años y pico que he estado en Nicaragua he conducido mucho por este país, unos 100.000 km por todo tipo de carreteras, buenas, con baches, sin baches, pistas de tierra, ríos y quebradas y nunca me he quedado tirado. He llevado a mucha gente en autostop, a la mayoría dentro de la camioneta ya que me da miedo que se caigan de la tina cuando voy por caminos. Algunos ni me han hablado y con otros me lo he pasado la mar de bien hablando de todo y contando y escuchando historias. He visto bastantes accidentes y hasta un atropello que acababa de ocurrir en que un bus mató a un ciclista. Yo mismo he estado a punto de tener algún accidente pero finalmente no pasó nada.
Una de mis pesadillas en Nicaragua siempre fue el pensar en tener un accidente por pequeño que sea, sobre todo en Managua. Cuando tienes el más leve roce en este país, tu obligación es dejar el vehículo parado tal cual ha quedado. Si no lo haces, estás destruyendo pruebas y has perdido el derecho a reclamar. Tienes que llamar a la policía para que venga a levantar el atestado. La policía normalmente o no tiene vehículo en ese momento o no tiene gasolina. Por eso cuando llamas debes decirles que les pagarás o bien el taxi o bien la gasolina para que vengan. Aunque tarden 3 horas en venir, lo cual suele ser normal, no debes mover el vehículo. Finalmente llegan y se ponen a medirlo todo y a hacer croquis como locos. En eso se pueden pasar otra hora. Finalmente, ya con el día perdido, te puedes ir y debes rezar para que el otro vehículo tenga seguro si la culpa fue suya o que no soborne al policía para que cambie el croquis, que de todo hemos visto en este paisito. 
Tejados de la ciudad de Granada

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